Sur del Lago — Luego de 15 días con persistentes fallas en el suministro de agua potable en el retén policial San Carlos, en el municipio Colón, los presos se hastiaron de su propio hedor y protestaron.
Internos de los tres pabellones y del anexo femenino, acordaron una huelga de hambre y sed con dos horas de duración pidiendo a gritos, pese a la fuerte borrasca que cubrió a la sub-región, les proveyeran del vital líquido. Y la respuesta no tardó. Les llevaron en un camión cisterna del Cuerpo de Bomberos del municipio Colón. Se conoció que dos bombas de succión eléctrica estaban averiadas y era el desencadenante del petitorio penitenciario.
Al respecto, los reos se comunicaron vía redes sociales y destacaron que querían tener mejores condiciones de vida, mejorar el trato para con ellos y sus parientes.
Comente