¿Si caerá el gobierno en la trampa que le tiene montada la Conferencia Episcopal Venezolana, integrada por sus enemigos de siempre: El cardenal, los arzobispos, los obispos y los administradores apostólicos, acompañados por los jefes de las comunidades religiosas, la Compañía de Jesús, El Opus Dei, Los Franciscanos, Los Paulistas y tantos más?
¿Es que acaso Diego Padrón Sánchez, actual Presidente, Urosa Sabino, Arzobispo de Caracas, Baltazar Porras, Ubaldo Santana, Roberto Lüker, Ovidio, “El Funesto”, Pérez Morales y todos los demásmiembros de ese conciliábulo de la conspiración y la maldad, cargados de odio, promotores de las más abyectas mentiras y auspiciadores de las más brutales y criminales maniobras contra el gobierno del presidente, Hugo Chávez, Golpe de Estado en abril 2002, repetidas ahora contra el presidente, Nicolás Maduro, con el Golpe Suave que está en marcha,se regeneraron de la noche a la mañana y hoy son santos de la redención?
¿Acaso Pietro Parolín no estuvo acreditado en Caracas como Nuncio de Su Santidad y representante de la Santa Sede hasta septiembre del pasado 2013 y jamás intervino para meter en cintura a los bárbaros ensotanados que se dan golpes de pecho, mientras maldicen el Chavismo, al cual califican de comunista y sin el menor respeto afirman que entregados al Castro-comunismo y lo afirman sin matiz alguno?
¿Ignorarán los servicios de inteligencia del Gobierno, que todos, sin excepción, los colegios católicos, sus directores y directoras, acompañados de los sacerdotes y monjas que ejercen como maestros y profesores, así como las comunidades de padres y representantes, facilitarán una Paz negociada por un mediador como el Secretario de Estado del Vaticano?
¿Es que no han leído las declaraciones de Pérez Morales y habiéndolas leído no han percibido que ningún representante de la jerarquía eclesiástica no lo ha reconvenido o ni siquiera han deslindado los campos, incluyendo en esa conducta al Nuncio actual?
La mediación de la Iglesia Católica, en la persona del Secretario de Estado Vaticano, es muy peligrosa y debe evitarse en forma determinante. Una vez iniciada la mediación el gobierno queda atado al designio que determine el mediador.
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