El expresidente responde denunciando al gobierno interino ante la ONU
Foto: Agencias
EE UU — Un tribunal aceptó ayer las denuncias formuladas contra el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y otras seis personas, acusadas de intentar «obstruir a la justicia» en asuntos vinculados al caso de corrupción de Petrobras.
El juez federal Ricardo Leite aceptó a trámite las acusaciones contra Lula, el exsenador del Partido de los Trabajadores (PT) Delcidio Amaral, su asesor Diogo Ferreira, el banquero André Esteves, el empresario José Carlos Bumlai y su hijo Mauricio Bumlai, y el abogado Edson Ribeiro, confirmó el tribunal. Los cargos se refieren a supuestos intentos de sobornar a Néstor Cerveró, uno de los exdirectivos de Petrobras implicados en las corruptelas en la estatal a cambio de que se negara a cooperar con la justicia.
La denuncia les acusa de tres crímenes diferentes. El primero, obstrucción a la investigación de una organización criminal, cuya pena podría ir de los tres a los ocho años. Por patrocinio infiel (cuando un abogado no defiende correctamente los intereses del cliente) podrían caerle al letrado entre seis meses y tres años. Y por abuso de poder (tipificada en Brasil como explotación de prestigio) la Justicia prevé una pena de entre uno y cinco años.
La acusación que por primera vez convierte a Lula en reo de la Justicia fue aceptada un día después de que el expresidente acudiera, a través de sus abogados, al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, para denunciar que es víctima de una «persecución política y judicial» en Brasil.
Amaral denunció que Lula le encargó pagar 250 mil reales (unos 77 mil dólares) para «comprar el silencio» de Cerveró.
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