Un grupo de unos 150 manifestantes prendió fuego a montañas de basura para bloquear el tránsito en una avenida del centro de Sao Paulo. Unos 25 policías lanzaron gases lacrimógenos y bombas de estruendo para dispersarlos.
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Foto: AFP
La policía de Sao Paulo dispersó este lunes con gases lacrimógenos a manifestantes que apoyan la huelga del metro, en una nueva jornada de tránsito caótico a solo tres días de que esta megalópolis reciba la inauguración del Mundial.
Un grupo de unos 150 manifestantes prendió fuego a montañas de basura para bloquear el tránsito en una avenida del centro de Sao Paulo. Unos 25 policías lanzaron gases lacrimógenos y bombas de estruendo para dispersarlos.
La huelga de empleados del metro, en su quinto día, plantea una amenaza para el buen desarrollo del Mundial en esta ciudad de 20 millones de habitantes donde el jueves Brasil y Croacia disputarán el primer partido de la Copa.
El metro de Sao Paulo transporta cada día a 4,5 millones de personas y es fundamental para llegar al estadio mundialista Arena Corinthians. Tres de las cinco líneas operan parcialmente desde el jueves pasado, y provocaban este lunes inmensos embotellamientos de autobuses y automóviles.
Llamado a la civilidad
En medio de las protestas, pero sin mencionarlas, la presidenta Dilma Rousseff pidió en la noche del domingo «alegría, fuerza y civilidad» a los brasileños, y aseguró que el Mundial será una fiesta.
El nuevo estadio Arena Corinthians tiene previsto recibir el 12 de junio la ceremonia de apertura del evento ante más de 60 mil personas, incluidos la presidenta Rousseff y 11 jefes de Estado y de gobierno, así como el secretario general de la ONU Ban Ki-moon. Sao Paulo será sede de seis juegos del Mundial.
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