Foto: Alfredo Chinaleong
Seis disparos en diferentes partes del cuerpo acabaron con la vida de Rómer Vílchez. Desayunaba con amigos cuando varios hombres desde un Optra, de color azul, le dispararon. Se presume la venganza como móvil del sicariato.
Maracaibo — Ayer a las 10:30 de la mañana, cuando Rómer Alejandro Vílchez Villasmil, de 25 años de edad, se encontraba desayunando arepas en un local de comida en compañía de tres amigos más, diagonal a su casa en El Manzanillo, varios hombres en un carro Optra, de color azul con rines negros, le dispararon sin mediar palabra alguna.
El hecho ocurrió exactamente en la avenida 25, entre calles 8 y 6, diagonal al abasto La Chinita. A Vílchez Villasmil le propinaron seis disparos (dos en los glúteos, dos en los brazos y dos en la espalda).
Las otras tres personas que se encontraban con el hoy occiso salieron ilesas de la agresión, inmediatamente un motorizado de Polisur auxilió a Rómer y lo llevó en una patrulla al Hospital General del Sur donde ingresó sin signos vitales.
Se conoció que Rómer Alejandro no tenía pareja, pero tenía un hijo que no reconoció, vivía alquilado cerca del lugar del hecho; se desempeñaba como obrero, sin embargo, estaba desempleado desde hace varios meses, era el menor de cuatro hermanos.
Allegados de Rómer declararon que hace siete meses atrás él sostuvo una fuerte discusión con exreos de la cárcel de Sabaneta, ya que no quiso hacerle un favor pedido por estos. Este sería, presuntamente, el móvil del crimen. Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) investigaran las circunstancias en las que fue asesinado Vílchez.
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