Tres personas resultaron heridas en un motín que tuvo lugar este miércoles en las instalaciones de unos calabozos policiales en el estado Lara, ubicado en el oeste de Venezuela, según informó el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), una organización no gubernamental. Aunque el OVP no especificó si los heridos eran reclusos o funcionarios, denunció que el motín se desató como resultado de una requisa realizada por agentes en estos «calabozos hacinados».
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A través de su cuenta de X, antes conocida como Twitter, la ONG reveló que un grupo de reclusos se levantó en protesta después de que los agentes «confiscaron todas sus pertenencias» durante la requisa. Estos hechos tuvieron lugar en un centro de detención preventiva de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) conocido como «Pata e’ Palo».
Los heridos fueron trasladados a un centro de salud perteneciente al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), donde recibieron atención médica, según informó la organización. El OVP también señaló que, de acuerdo con denuncias de familiares de los presos, los policías tienen la costumbre de «confiscar todas sus pertenencias cada vez que realizan una requisa». En consecuencia, los familiares de los reclusos se ven obligados a reponer colchonetas, que tienen un costo de aproximadamente 25 dólares cada una, además de enfrentar el «cobro extorsivo» impuesto por los funcionarios para permitir el ingreso de insumos.
Estos calabozos son considerados centros de detención preventiva, donde se retiene a personas que esperan juicio o traslado a cárceles por un período limitado, pero varios cientos de reclusos han permanecido en estas instalaciones durante años, según informan varias ONG.
En julio pasado, el fiscal general Tarek William Saab anunció la implementación de un plan destinado a reducir la cantidad de personas recluidas en centros de detención preventiva en todo el país. En la actualidad, estos centros albergan a alrededor de 25.000 internos.
En ese mismo mes, se produjo un motín en los calabozos de la PNB en el estado Aragua, donde aproximadamente cien reclusos mantuvieron a cuatro agentes policiales como rehenes. Los reclusos exigieron el cese de los «abusos» y denunciaron la demora en sus procesos judiciales. Tras dos días de secuestro, los reclusos liberaron a los agentes, quienes resultaron ilesos, después de que un juez garantizara el traslado de varios de los detenidos a diferentes cárceles y la revisión de sus casos.
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