La OMS define la adherencia al tratamiento como el cumplimiento del mismo, es decir, que el paciente debe tomar la medicina de acuerdo a la prescripción, con la misma dosis, y que persista a lo largo del tiempo.
España – Como explica la doctora González Béjar, Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, una falta de adherencia supone una pérdida de tiempo para ambas partes; tanto para el médico, que intenta hacer un diagnóstico correcto y poner el tratamiento que más se ajuste a la patología del paciente, como para este.
“Si una persona con una patología no se toma la medicina adecuada para que le ayude a paliar sus síntomas o en su curación, no estamos haciendo nada”, afirma.
Algo para lo que, como explica, es crucial tener una buena educación para la salud. “Tiene que ser conocedor de su enfermedad y de los beneficios que le aporta un buen tratamiento”.
“Existen muchos test en la actualidad para medir esto, pero el Morisky-Green es el que tenemos en el Sistema Nacional de Salud para valorar, mediante una serie de preguntas, si el paciente está cumpliendo o no su tratamiento“, explica la doctora.
Se hace desde la consulta y, como ella cuenta, son 6 preguntas que no llevan mucho tiempo y “nos da una idea de si el paciente está cumpliendo”.
6 preguntas para saber si el paciente cumple con la medicina.
(Estas preguntas se interesan en una conversación con el paciente de manera informal por aspectos como si olvidan alguna vez tomas sus medicamentos, si los toman a la hora indicada, si cuando se encuentran bien los dejan de tomar o si dejan de tomarlos si alguna vez se sienten mal).
Aunque la experta asegura que lo más importante es la comunicación y la información, destaca la relevancia de que los pacientes estén bien informado de la enfermedad que padecen, de lo que puede sucederle si deja el tratamiento y, sobre todo, que ignoren las opiniones de internet y confíen en su médico.
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Desde los centros de atención primaria se pueden hacer estrategias de apoyo supervisando al paciente y recordándoles la toma de medicamentos, pero el apoyo familiar en estos casos es también una pieza clave.
“Lo más importante es el paciente, pero en muchos casos es el cuidador el que se hace cargo de dosificar la medicación y reponerla cuando falta. Por eso es importante que sea conocedor de la enfermedad tanto como el propio paciente”.
Aunque la responsabilidad, como asegura, no es exclusiva del paciente y su entorno, sino que el sector sanitario juega también un papel fundamental y “es necesaria un coordinación del médico y los enfermeros para lograr el buen hacer del paciente y que se adhiera al tratamiento”.
Foto: agencia
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