El organismo necesita variedad de nutrientes

La alimentación no debe ser monótona

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23 de marzo, 2021 - 4:38 pm
Redacción Qué Pasa / Anaís Meleán

Hagamos un ejercicio práctico: imaginas que eres el gobernador de un estado y sólo le provees a la población el servicio de energía eléctrica, pero no le asfaltas las calles porque no te gusta, ni construyes escuelas porque tampoco te gustan, así tampoco te gusta construir hospitales, ni plazas ni parques; tu preferencia es la energía eléctrica. ¿Estará bien tu población? Obviamente no pueden prevalecer los gustos por encima de las necesidades. Lo mismo le ocurre a tus células, de quien eres su gobernador, y en la mayoría de los casos le coartas algún nutriente porque algo no te gusta comerlo sin pensar que ellas lo necesitan para seguir trabajando por tu bienestar

¿Eres de los que siempre come lo mismo? ¿Todas tus cenas son arepa o pan? ¿Siempre comes arroz o pasta en el almuerzo? ¿Los jugos que tomas suelen ser de guayaba o parchita? Si siempre te alimentas de lo mismo, este artículo es para ti.

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El cuerpo humano fue creado para nutrirse de alimentos naturales, todos variados, con diversos colores, sabores y olores.

Lastimosamente, la industria comunicacional y la alimentaria nos formaron, durante años, hábitos desordenados de consumo donde el sabor y la rapidez es lo prevaleciente. Por tal motivo, hemos pasado gran parte de nuestra vida comiendo lo mismo, sólo lo que nos gusta, lo que se consigue o lo que es más fácil de preparar; coartando de este modo la posibilidad a las células de nutrirse correctamente con la variedad requerida para funcionar óptimamente.

Ahora bien, no se trata de hacer combinaciones exageradas en cada plato; se trata de procurar la ingesta de todo tipo de alimentos, pues en esos que nunca hemos consumido hay nutrientes necesarios para el buen funcionamiento celular.

Variedad nutricional

Una buena alimentación se sostiene en dos pilares nutricionales: la eliminación del consumo de productos tóxicos (trigo, azúcar, lácteos, grasas, café, alcohol, quemados y tabaco) y la incorporación a la dieta de nutrientes naturales, indispensables para estar sanos. Así como la leche materna es considerada el alimento imprescindible e insustituible en la alimentación neonatal, para el adulto lo es el consumo de distintas fuentes nutricionales. En tal sentido, se requiere, primero, propiciar una transformación en los hábitos malsanos de alimentación determinados por el paladar y no por la salud; es lograr cambiar el pastelito o el tequeño por una arepa de yuca, un café por un té de manzanilla o una dona por una torta regenerativa.

Densidad nutricional

Los alimentos nutritivos son aquellos que presentan una elevada concentración de nutrientes y nos aseguran un buen aporte nutritivo aunque los consumamos en pequeñas cantidades, como los frutos secos. Existen otros alimentos saludables pero con una concentración de nutrientes menor, al ser en su mayor parte agua, como es el caso de la patilla. Ambos tipos de alimentos necesitan ser ingeridos por los seres humanos en cantidades proporcionales a su aporte nutricional.

Nutrición con sabor

Cuando hablamos de la necesidad de alimentarnos correctamente no contradice la idea de comer sabroso y que el mismo paladar se deleite, lo que no puede es sacrificarse la nutrición por el sabor.

En muchas ocasiones, solemos negarnos a consumir algo por el simple hecho de que no nos gusta, sin detenernos a pensar en la urgente necesidad que pueden tener nuestras células de algún nutriente presente en ese alimento rechazado; es ésta la causa por la cual la monotonía o rutina alimenticia puede resultar perjudicial para nuestra salud.

En este orden, conviene considerar el aporte nutricional de un alimento antes de rechazarlo o la chatarra nutricional que es, antes de consumirlo. Veámoslo de forma práctica: para los adictos a las gaseosas, un vaso de refresco, según el doctor de Medicina Regenerativa, Carlos Álvarez, es un jarabe de maíz con sulfito y amoniaco, ácido fosfórico, cafeína y 11 cucharadas de azúcar en 600 ml, destruyen el epitelio digestivo y las células pancreáticas, activan los genes de las enfermedades, generan hipertensión, inflaman el sistema vascular, activan la osteoporosis; por mencionar algunos efectos de esta fatídica bebida productora de placer y adicciones, de alto y frecuente consumo, incluso de mayor prioridad que los productos de primera necesidad; y a pesar de saber sus efectos, se consume, incluso a diario. Por su parte, un té verde es un protector cerebral, desinflamatorio, antibacteriano, digestivo; y en el mejor de los casos, se consume escasamente o en otros casos, ni siquiera se ha probado.

De allí la necesidad de reformar nuestros patrones de consumo impuestos por los medios de comunicación, los cuales bombardean con promociones de panes, salsas y gaseosas, anulando así la oportunidad de consumir alimentos más sanos, libre de sustancias tóxicas.

Nutrientes nuevos

Es muy probable que tus células tengan mucha escasez de nutrientes esenciales para su buen funcionamiento porque nunca has probado algo distinto a lo que siempre comes: arroz, carnes y plátano o ensalada en el almuerzo, si es muy variado, incluye sopa. ¿Has probado la chayota? ¿Y la chía? ¿y la alfalfa? ¿Has sustituido la mantequilla o mayonesa por una crema de ajonjolí? ¿O el queso por una crema de maíz? ¿Te atreves a sustituir el café por un té de manzanilla? ¿Has comido semillas de auyama tostada en lugar de pepitos? ¿Has comido maní en lugar de snacks? ¿Has sustituido algún producto de la bollería comercial por una fruta? Te invito a hacer estos cambios. Dale a tu célula los nutrientes que necesita y no sólo los alimentos que a ti te gusta, esto limita sus funciones.

Adiós al aburrimiento culinario

Los nutrientes son sustancias presentes en los alimentos, que suministran materiales y energía para lograr el desarrollo, crecimiento y renovación de los tejidos durante toda tu vida.

Comer sano no es comer siempre lo mismo aunque sean alimentos saludables. Necesitamos darle variedad a nuestro menú en su forma de presentación en el plato (un día comemos la yuca asada, otro día en puré, otro en arepa, en otra ocasión en un pastel) pero también es necesario la variedad nutricional pues se promueve una mayor diversidad bacteriana en nuestros intestinos, lo cual nos puede ayudar a mantener o reducir nuestro peso, así como prevenir contra ciertas enfermedades. Al igual que en cualquier ecosistema, la diversidad de especies es lo más saludable. Con estas ideas, podemos deducir que la mejor dieta es aquella que contiene una gran variedad de ingredientes y nutrientes. De esa forma nuestro cuerpo obtiene una gama más amplia de vitaminas, minerales y antioxidantes.

Se estima que el 75 por ciento de la población mundial consume sólo cinco especies animales y 12 especies vegetales. De los 12, el arroz, el maíz y el trigo representan el 60 por ciento.

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