La «semilla asesina»

Consumir trigo aumenta el riesgo de cáncer

Trigo
5 de noviembre, 2020 - 5:17 pm
Anaís Meleán / Qué Pasa

Cada vez más profesionales opinan que la intolerancia al gluten no es una respuesta inadecuada del organismo ante un alimento saludable, sino todo lo contrario: una respuesta saludable ante un alimento inadecuado

Si algún «alimento» no falta en la casa del venezolano es el pan, un producto importado de Europa que invadió nuestra mesa para competir con la tradicional arepa y el plátano.

El pan de trigo es de consumo casi obligatorio para todos: su accesibilidad y funcionalidad lo hacen preferido por todos, especialmente en desayunos, meriendas y cenas. El trigo es considerado la semilla más importante en todo el planeta y de consumo masivo pues todas las civilizaciones iniciaron su producción agrícola con el cultivo de cereales, entre los cuales ha destacado considerablemente el trigo. Culturas como Babilonia y Egipto luego Grecia y Roma y más tarde el norte de Europa; todas ellas se basaron en el cultivo de trigo, asentamientos de América como los incas, mayas, aztecas también cultivaron cereales para su cotidiano pan. La razón: su rico valor nutricional de carbohidratos, proteínas, grasas, minerales y vitaminas.

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Sin embargo, la ambición hizo de esta gran semilla uno de los alimentos más peligrosos para el consumo humano, tal como lo refirió el prestigioso cardiólogo norteamericano Dr. William Davis, quien aseveró en una entrevista periodística que «el trigo que hoy consumimos es un veneno crónico y ha sido manipulada genéticamente esta semilla». Lastimosamente el trigo ya es transgénico.

Originalmente, el trigo se consiguió a través de una combinación de hierba salvaje y espelta y desde su creación ha sufrido muchas transformaciones para aumentar la productividad y mejorar la panificación. El trigo original era diploide (dos conjuntos de 7 cromosomas=14 cromosomas) y ha ido mutando hasta llegar a ser dos clases de trigo (duro y blando) con 28 y 42 cromosomas respectivamente. Lo que le sucede a nuestro organismo es que no lo digiere porque las enzimas digestivas no reconocen este trigo mutado.

¿Qué hay detrás del trigo transgénico?

El instituto Rothamsted ha trabajado en la modificación genética de las semillas para hacerla transgénica. Consumirla produce problemas tumorales cancerígenos, infertilidad, y defectos congénitos; por ejemplo.

El asunto es meramente capitalista. El lobby «Sense about science» logra crear confusión entre la gente mientras que delega a Rothamsted la tarea de convencer al público que la tecnología usada es meramente necesaria para alimentar a un mundo hambriento; pero las evidencias caen por su propio.

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De acuerdo con Rothamsted, estos nuevos cultivos transgénicos están destinados a imitar el sistema natural de defensa de las plantas y han sido designados, de forma muy astuta, como de «segunda generación» de cultivos transgénicos, para distinguirlos de los cultivos tolerantes a los herbicidas que actualmente dominan el mercado.

Los cultivos tolerantes a los herbicidas precisan del uso de herbicidas químicos, ya que las plantas transgénicas son resistentes a algunos de ellos, de modo que no mueren después de su aplicación.

Algunos autores como Seignalet, Burger o el español Felipe Hernández, coinciden en señalar que la estructura de algunas proteínas del trigo (y otros cereales como el centeno, la cebada o el maíz) han cambiado tanto que nuestras enzimas y mucinas del intestino no han tenido tiempo de adaptarse y, al no estar adaptadas, se rebelan contra el consumo habitual de estas moléculas que les resultan extrañas, generando distintos tipos de enfermedades.

Un estudio del Instituto Mario Negri para la Investigación Farmacológica en Italia publicado en 2007 en International Journal of Cáncer relaciona el consumo de pan con el riesgo de sufrir cáncer de riñón (94% más de probabilidades).
Otro estudio publicado en Gut en 2007 sugiere que el gluten tiene un efecto nocivo como parte de la respuesta inmune natural en todos los individuos (no sólo en celíacos).

La semilla asesina

El trigo contiene una nueva proteína llamada gliadina, productora de adicciones, estimulando el apetito al punto de hacernos consumir 440 calorías diarias y siempre tener ganas de consumir algún producto elaborado con trigo: tortas, galletas, panes, pizzas, etc.

La gliadina es una glicoproteína (proteína unida a un glúcido) presente en el trigo y otros cereales del género Triticum. Gliadina y glutenina intervienen en la formación del gluten y son necesarias para que la harina se eleve durante su cocción. No sólo están relacionadas con la enfermedad celíaca sino que dependiendo del tipo también afecta a las personas con anafilaxia, asma y urticaria.

Cuando se digiere el trigo se forman exorfinas que son un grupo de péptidos opioides. Y estas exorfinas se han relacionado a enfermedades como el autismo y esquizofrenia ya que se cree que por la permeabilidad intestinal que produce el gluten, pueden llegar al cerebro y alterar las funciones cerebrales.

La gliadina y la glutenina funcionan como anti-nutrientes inmunógenos, esto significa que son potenciales causantes de enfermedades autoinmunes. Actúan como una especie de «defensa» provocando en el cuerpo una respuesta inmunogénica (inmunogenicidad es la propiedad que permite a una sustancia inducir una respuesta inmune detectable) que produce la inflamación del sistema inmunológico. La gliadina concretamente, causa alteraciones de permeabilidad del intestino (queda «como una manguera agujereada») que hacen que se escapen hacia la sangre sustancias perjudiciales para el organismo.

(Alessio Fasano, director médico del Centro de Investigación Celíaca de la Universidad de Maryland, Loren Cordain PhD. Nutricionista.)

Bloqueo arterial

El trigo bloquea las arterias, es lo que se conoce como arterosclerosis. De acuerdo con una publicación en National Heart Lung and Blood Institute, es un problema de salud que se desarrolla específicamente en los vasos sanguíneos. Existen diferentes factores de riesgo que aumentan las posibilidades de padecer problemas cardíacos producto del taponamiento de las arterias. Por ejemplo, la hipertensión, el colesterol elevado y la obesidad.

¿Cuáles son los alimentos que tapan las arterias?

El trigo, las carnes rojas, las comidas chatarras o empacadas y las grasas trans principalmente. De esta última hablaremos en la siguiente edición.

Datos alarmantes 

El 90% del trigo que se consume en el planeta es transgénico.

Con la manipulación genética de los alimentos llevada a cabo masivamente desde los años 60, la proporción de gluten en el trigo ha cambiado de un 5% a un 50%.

Dos rebanadas de pan integral aumentan más los niveles de azúcar en sangre que dos pasteles debido al alto índice glucémico del trigo que se cultiva hoy en día. De este modo, estamos desarrollando una peligrosa resistencia a la insulina y, por ende, la diabetes está adquiriendo características de pandemia.

Beneficios de NO consumir trigo:

De acuerdo las investigaciones hechas por el Dr. Davis, el 70% de sus pacientes al dejar de consumir pan en su dieta básica han logrado una considerablemente pérdida de peso; a vuelta de tres meses los niveles de azúcar han bajado de manera considerable, incluyendo los casos de diabetes o prediabetes en el cual dejaron de padecer de esas enfermedades.

Al retirar el pan también se puede aliviar de la artritis, la soriasis, la sinusitis crónica o la irritación intestinal, se mejora la absorción de los nutrientes, los valores de colesterol, los triglicéridos y la presión arterial se nivelan.

Algunos autores como John B. Symes aseguran que el alto contenido del trigo en los aminoácidos no esenciales, ácido glutámico y ácido aspártico, pueden ser neurotóxicos y causantes de la relación entre el consumo de trigo y enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer, esclerosis múltiple, hiperactividad, epilepsia o migrañas, la permeabilidad intestinal, las enfermedades del hígado, el hipotiroidismo, el asma, enfermedad de Crohn, convulsiones, casos de autismo y esquizofrenia.

Al eliminar el pan y el trigo en todas sus presentaciones, desaparece cualquier posibilidad de padecer algunos de estos males.

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