La salud no es la ausencia de sintomatología, es un modo de vida que consiste en desarrollar integralmente todas tus capacidades para ser lo más útil posible en tu entorno, es la armonía de tu mente con tu cuerpo y tu espíritu
Maracaibo – A veces pensamos que un buen nutricionista, un buen médico un amigo que nos acompañe a hacer ejercicios son aliados para nuestra salud, y eso puede ser cierto, pero de nada vale si tú mismo no te dispones a estar sano.
La salud no es la ausencia de sintomatología, es un modo de vida que consiste en desarrollar integralmente todas tus capacidades para ser lo más útil posible en tu entorno, es la armonía de tu mente con tu cuerpo y tu espíritu, es la buena disposición para querer cada día ser feliz al cumplir cada una de las leyes de la vida.
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Por eso, aunque nadie abiertamente decide o quiere enfermarse; sí lo hace cuando se alimenta mal, cuando no se ejercita, cuando tiene malos pensamientos y muy especialmente cuando es pesimista.
Es un poder
Cuando una persona se enferma es porque ha habido alguna violación de las leyes de la salud: no se alimentó bien y por lo tanto, las células no recibieron los nutrientes necesarios, estuvo de mal humor, se tensionó, se estresó, o sencillamente el ambiente social era de muchos pleitos. Algunas de estas causas son decididas por nosotros mismos y dejamos de ver la relación existente entre decisiones y salud.
La voluntad es esa capacidad interna que tenemos los seres humanos para tomar decisiones ante dos alternativas. Es el poder más grande que podamos tener, como dice la expresión popular «querer es poder», y si la unimos a la buena voluntad de Dios, uuuffff, somos súper poderosos, no tendremos límites para alcanzar nuestras metas.
Una buena decisión favorece nuestra salud, Por eso es necesario que nuestra voluntad sea fortalecida, se mantenga activa, despierta y tomada en cuenta.
Para ello es necesario eliminar el consumo de sustancias estimulantes como las bebidas alcohólicas, el cigarrillo, cualquier forma de droga (incluyendo los fármacos) que nublan nuestra razón y debilitan el uso de la voluntad.
Es el mejor tratamiento para la salud
Las páginas del libro Consejos sobre la salud, escritas por Elena de White, explican la relación entre voluntad y salud. Ella asegura: «La voluntad es también poderosa en el tratamiento de las enfermedades».
Muchas personas se resisten a que un tratamiento sea efectivo, se niegan a ver los avances, sienten satisfacción tomando fármacos de vitamina, para la acidez, para la digestión y cuantas más pastillas tomen, más sanos se sienten. Una voluntad fuerte es el mejor remedio para cualquier enfermedad.
Evita las enfermedades psicosomáticas
La voluntad empleada debidamente puede gobernar la imaginación y contribuye a resistir y vencer la enfermedad de la mente y del cuerpo, razón por la cual es la mejor vacuna contra las enfermedades psicosomáticas, aquellas caracterizadas por presentar síntomas físicos derivados de procesos emocionales como el estrés, la ansiedad o la depresión.
Suelen, simplemente ser un reflejo de la desarmonía entre el cuerpo y la mente generadora de sensaciones que producen en nuestro organismo corticoides; hormonas que actúan deliberadamente reduciendo nuestras defensas.
Ahora, si se usa la voluntad para controlar la mente y tener una disposición más optimista en cuanto a la salud, este tipo de enfermedades nunca llegará pues la mente estará en capacidad de controlarlos pensamientos y por ende, las emociones generadoras de dolencias.
Te ayuda a ser el mejor paciente
Como su nombre lo indica, el paciente es quien tiene paciencia, pero cuando se trata de salud nos convertimos en impacientes y el médico tiene que convertirnos primero en pacientes para luego poder atendernos, cuando en realidad, deberíamos por nosotros mismos, cooperar con nuestra salud.
A veces un dolor, un pensamiento negativo anticipado de lo que podría pasarnos, una indisposición a hacernos o tomarnos algo resulta ser más fatal que cualquier metástasis celular. La voluntad no es el gusto o la inclinación a hacer todo lo que quiero, pues no todo lo que queremos nos conviene.
«La voluntad es el poder que gobierna la naturaleza humana, sometiendo todas las otras facultades a su dominio», y como tal debe ser ejercida sin que los sentires o las emociones se impongan por encima del deber.
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