La mendicidad no es un problema reciente en Maracaibo. Dos desamparados piden a grito ayuda de las autoridades regionales
Foto: Raúl Rodríguez
Maracaibo – Con su mano estirada y mirando con los ojos tristes, dos desamparados de la tercera edad solicitan ayuda económica a las personas que transitan, en sus vehículos, por las avenidas 2 El Milagro y Padilla de la ciudad de Maracaibo.
Como Ana Margarita Román, de 63 años edad; e Hilarión Castillo, de 69 años, están identificadas las dos personas que día a día, sin conocerse, hacen vida en estas arterias vial de la ciudad.
Los adultos mayores expresan la necesidad que tienen y solicitan ayuda de los marabinos en la travesía diaria, ya que no tienen recursos económicos para poder subsistir y debido a esto han tomado la decisión de pedir la colaboración de las personas que transcurren en ambas avenidas, ya que la salud de ambos se encuentra en estado crítico.
En el caso de Ana Margarita Román, la necesidad es evidente, solicita la asistencia de las autoridades pertinentes, debido que no posee los recursos económicos suficientes para comprar su insumo alimenticio y además costear algunos exámenes médicos que necesita para chequear su estado de salud.
«Estoy aquí porque no tengo ayuda de nadie, pido que la gobernación me ayude que el gobernador me mire con ojos de piedad. No tengo comida, la gente que pasa por la avenida Padilla me ayuda con algo de dinero para poder comprar mis alimentos. También necesito ir al médico para hacerme unos exámenes ya que me siento mal de salud», ratificó Román.
Asimismo, comentó que sus familiares no se encuentran en la ciudad, por eso no tengo el apoyo de ellos, además, resaltó que en estos momentos tiene un hogar gracias a una señora que le ofrece cobijo en el sector Santa Lucía. Sin embargo, la asistencia humanitaria no es suficiente ya que Román por su edad no puede buscar un trabajo para mantenerse.
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Por su parte, Hilarión Castillo tiene más de un año solicitando colaboración de las personas que pasan por estas avenidas, porque necesita operarse con urgencia la próstata y la rodilla, tiene varios tumores en esa parte de su cuerpo.
Castillo enfatizó que necesita ayuda de los entes gubernamentales, puesto que no tiene los recursos para costear la operación médica que necesita. «Puedo comer porque siempre acudo a las iglesias para que me den un plato de comida, porque no tengo con que comprarla. «Vivo no sé cómo, pero aquí estoy pidiendo la colaboración de las personas, no tengo familia, el único ser que me acompañaba era mi hermana y se murió», manifestó el señor.
En una sola voz, los desamparados piden ayuda de los entes gubernamentales para que puedan solventar con inmediatez su situación tan crítica.
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