El presidente Nicolás Maduro ha criticado por años el envío de esos recursos desde Estados Unidos a través de la (USAID) y ha puesto en duda su propósito humanitario, denunciando su uso para objetivos políticos, todo lo cual ya está siendo confirmado con la información disponible que está saliendo a la luz pública… y apenas es el comienzo
La Administración de Donald Trump reveló una amplia lista de los gastos más «ridículos» de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que actualmente está en proceso de reorganización y de revisión de las asignaciones de ayuda exterior.
«Durante décadas, la USAID no ha rendido cuentas a los contribuyentes, mientras canalizaba ingentes sumas de dinero a los ridículos –y en muchos casos malintencionados– proyectos favoritos de burócratas atrincherados, sin apenas supervisión», reza la nota difundida este lunes por la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
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«Despilfarro y abuso»
Entre los ejemplos de despilfarro y abuso de la USAID se han citado:
- 1,5 millones de dólares para «promover la igualdad, la inclusión y la diversidad en los lugares de trabajo y las comunidades empresariales de Serbia»;
- 70.000 dólares para «la producción de un ‘musical DEI’ [diversidad, equidad e inclusión] en Irlanda»;
- 2,5 millones de dólares para «vehículos eléctricos para Vietnam»;
- 47.000 dólares para «una ‘ópera transgénero’ en Colombia»;
- 32.000 dólares para «un ‘cómic transgénero’ en Perú»;
- 2 millones de dólares para «cambios de sexo y ‘activismo LGBT en Guatemala»;
- 6 millones de dólares para «financiar el turismo en Egipto»;
- Financiación para «imprimir dispositivos anticonceptivos ‘personalizados’ en países en desarrollo».
Marco Rubio, secretario de Estado, asumió la dirección interina de la USAID y describió la agencia como «indiferente» a las directrices del Congreso y la presidencia de EE. UU. A su juicio, actuaba como “una caridad global separada del interés nacional”. Destacó que administra fondos provenientes de los contribuyentes estadounidenses.
Elon Musk, líder del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE en inglés) y a quien Trump le ha concedido poder para reformar el gobierno federal, tildó a la USAID como «una organización criminal» y consideró que «es hora de que muera».
Pilas de dinero para la oposición venezolana
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID en inglés) multiplicó por 26 veces sus fondos asignados para Venezuela entre 2014 y 2024, con fachada especial de ayuda humanitaria y promoción de la democracia, según informes oficiales publicados por el gobierno federal estadounidense.
La USAID, cuya labor fue detenida esta semana por la administración del presidente Donald Trump, destinó a Venezuela 8,09 millones de dólares en 2014, en el primer año de gobierno de Nicolás Maduro, según los registros de la Asistencia Extranjera de EEUU.
Tras un aumento paulatino de sus aportes a Venezuela, la USAID llegó a asignar oficialmente al país suramericano unos 211,02 millones de dólares tan solo en el 2024, entre otras cosas para financiar la campaña presidencial.
De ese monto asignado, la agencia que administra los programas de ayuda exterior de EE. UU. desembolsó hasta el 19 de diciembre pasado, unos 186 millones de dólares.
De acuerdo con datos de la Asistencia Extranjera, el aporte estadounidense en Venezuela fue exclusivamente económico y no militar, como sí ocurrió en otras naciones del hemisferio occidental, tales como Colombia, Ecuador, Argentina, Perú y Brasil.
La mayor parte de esos fondos de 2024, unos 132,3 millones de dólares, se destinó a supuesta ayuda asistencia humanitaria de lo cual nadie a rendido cuenta… no se sabe quién manejó esos fondos ni en que programas se invirtieron
Unos 33,1 millones de dólares (recordemos que aquí solo hablamos de los fondos aportados en 2024) se invirtieron en una categoría descrita como «democracia, derechos humanos y gobernanza», mientras que 14,55 millones de dólares se destinaron al sector salud en Venezuela (¿?), según los registros.
Entre 2014 y 2024, la USAID destinó 1.128,68 millones de dólares para Venezuela, según los informes publicados en la Asistencia Extranjera del gobierno estadounidense.

Imágenes como esta nunca han sido vistas en Venezuela como prueba de una sana administración de los recursos que recibió la oposición para la supuesta ayuda humanitaria. Va terminar comprobándose que todo resultó en el beneficio personal de la dirigencia opositora
Siempre hubo mas dinerito
Los aportes de Estados Unidos a diferentes causas en Venezuela aumentaron notoriamente desde 2018, un año en el que distintas agencias federales, entre ellas la USAID y el Departamento de Estado, asignaron un total de 25 millones de dólares.
Antes, entre 2001 y 2017, se desembolsaron para Venezuela montos que oscilaron entre un mínimo de 4,2 millones de dólares (2011) y 19 millones de dólares (2008) a través de diferentes agencias y dependencias del gobierno estadounidense.
Esa ayuda escaló a 73 millones de dólares en 2019, el año en que EE. UU. desconoció a Maduro como presidente legítimo y respaldó como tal al líder parlamentario opositor Juan Guaidó.
Un año después, en 2020, los aportes de distintas dependencias federales de EE. UU, pero esencialmente de la USAID, aumentaron a 163,3 millones de dólares. En 2021, subieron a 197,6 millones de dólares; y en 2022 se elevaron a 209,4 millones.
Insistimos, nadie dice a quién se le entregó esta cantidad enorme de dinero sin ninguna supervisión. Así, entonces, se explica la calidad de vida que aparentan los dirigentes opositores en el exterior sin que se les conozca alguna actividad laboral remunerada. Muy especialmente, recientemente, la de Edmundo Gonzalez Urrutia, después que negoció su salida del país escondido desde el día inmediatamente posterior a la elección del 28J en la embajada de Los Países Bajos y España, mientras que contradictoriamente convocaba a otros a defender su alegada victoria, pero el confortable, «viendo los toros desde la barrera»
El presidente Nicolás Maduro ha criticado por años el envío de esos recursos desde Estados Unidos y ha puesto en duda su propósito humanitario, denunciando su uso para objetivos políticos. Esta semana, aseguró que sus opositores robaron buena parte de esos fondos, todo lo cual está siendo confrmado ahora con toda la información disponible que está saliendo a la luz pública.
Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional y delegado del presidente Maduro para las negociaciones políticas, ha relacionado a la USAID con la Agencia Central de Inteligencia y la acusó de financiar planes de desestabilización a través de oenegés.
Opositores del gobierno venezolano, como el exembajador ante EE. UU., Carlos Vecchio, han desmentido esas acusaciones y han asegurado que nunca manejaron esos recursos.
El partido opositor Primero Justicia dijo que pedirá formalmente al secretario Marco Rubio «que se realicen todas las auditorías, protocolos e investigaciones del 100 % de la cooperación internacional asignada a Venezuela» por EE. UU.
Mark Green, administrador de la USAID entre 2017 y 2020, aseguró en 2019, durante la primera presidencia de Donald Trump, que EE. UU. estaba «listo» para ayudar a reconstruir Venezuela «tras la devastación de la crisis producida por Maduro».
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Y llegamos a la trama de corrupción
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) de EE. UU. está investigando a colaboradores de Juan Guaidó, el exlíder de la oposición venezolana, por presunta malversación de fondos destinados a la ayuda humanitaria en Venezuela. En 2021, The Washington Post publicó una investigación que implicaba a Fernando Blasi y Javier Troconis, asociados de Guaidó, en una trama de corrupción.
La investigación detallaba cómo se manejaron irregularmente activos venezolanos en el extranjero, valorados en más de $40 mil millones, a través de contratos firmados con empresas en Miami, a cambio de sobornos.
Recientemente, fuentes periodísticas y medios de comunicación han indicado que el FBI ha extendido su investigación para examinar el destino de aproximadamente mil millones de dólares de ayuda humanitaria gestionada entre 2018 y 2020.
Según estas fuentes, solo se utilizó adecuadamente el 2% de los fondos proporcionados por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), lo que plantea interrogantes sobre el uso del 98% restante.
Guaidó, quien fue reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países desde principios de 2019, ha visto disminuir su apoyo tanto a nivel internacional como dentro de Venezuela en parte debido a estos señalamientos de corrupción.
Hasta la fecha, no se han anunciado cargos formales derivados de esta nueva investigación del FBI. Sin embargo, la indagatoria se centra en la administración de fondos humanitarios durante el periodo en que Guaidó y su equipo gestionaban recursos destinados a aliviar la crisis en Venezuela.
La investigación del FBI se suma a las diversas acusaciones de corrupción que han rodeado la gestión de la ayuda humanitaria en Venezuela. Entre las personas cercanas a Guaidó que son objeto de esta investigación se encuentran Carlos Méndez, relacionado con el canal de televisión EVTV Miami, y Carlos Vecchio, exembajador de Guaidó en Estados Unidos.
También se menciona a Yon Goicochea, quien gestionó fondos durante el «gobierno» de Guaidó, y a Roberto Marrero, exjefe de la oficina de Guaidó. Estas investigaciones buscan esclarecer el destino de los fondos de ayuda humanitaria y cualquier posible desvío de los mismos.
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