Bajo la etiqueta de «adversarios extranjeros», la orden identifica a China, Hong Kong, Macao, Cuba, Irán, Corea del Norte, Rusia y Venezuela», según figura en el texto.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para restringir el acceso a la tecnología estadounidense, especialmente en el ámbito de la inteligencia artificial, a lo que denomina «adversarios extranjeros», entre ellos Cuba, Venezuela, Irán, Rusia y con especial énfasis enChina.
La orden ejecutiva no especifica con detalle qué medidas se tomarán para restringir el acceso de estos «adversarios extranjeros» a la tecnología estadounidense.
Bajo la etiqueta de «adversarios extranjeros», la orden identifica a China, Hong Kong, Macao, Cuba, Irán, Corea del Norte, Rusia y el «régimen del político venezolano Nicolás Maduro», según figura en el texto.
Esta medida está dirigida especialmente a tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial, la biotecnología y los semiconductores, que se encuentran en el centro del debate sobre la seguridad nacional y económica. La decisión se enmarca dentro de una política de protección de infraestructuras y tecnologías sensibles que esta nueva administración considera vitales para el futuro del país.
Trump justifica su decisión con el argumento de que «la seguridad económica es seguridad nacional» y sostiene que el país debe proteger sus infraestructuras y tecnologías sensibles, desde la inteligencia artificial hasta los semiconductores y avances en biotecnología.
La orden ejecutiva se centra especialmente en China, al señalar que empresas vinculadas a Pekín han utilizado inversiones en EE.UU. para acceder a tecnologías clave y que el Gobierno chino está aprovechando tecnología estadounidense para modernizar su aparato militar.
Desde su regreso a la Casa Blanca el 20 de enero, Trump ha anunciado varias restricciones al comercio con el objetivo de equilibrar la balanza comercial y presionar a países como México y Canadá para que hagan concesiones en materia migratoria y de esfuerzos contra el narcotráfico.
A China le ha impuesto un arancel del 10%, que se suma a las tasas ya aplicadas durante su primer mandato (2017-2021).
Las nuevas restricciones de Trump llegan después de que su predecesor, Joe Biden, tomara medidas para limitar las exportaciones de semiconductores y tecnología de inteligencia artificial a China, lo que llevó a Pekín a responder con controles a la exportación de grafito, un material clave para las baterías de vehículos eléctricos.
La nueva orden de Trump se interpreta como un intento de reforzar la seguridad nacional de Estados Unidos en un contexto global donde la competencia por la tecnología de vanguardia es cada vez más intensa. A través de esta política, se busca evitar que ciertas naciones aprovechen los avances de Estados Unidos para fortalecer su capacidad militar o para influir en la economía mundial en contra de los intereses estadounidenses. Aunque no detalla explícitamente las medidas específicas, se sabe que apunta a restringir el acceso a empresas e instituciones de ciertos países a tecnologías clave desarrolladas en el país norteamericano.
Inteligencia artificial y Biotecnología
En su orden ejecutiva, Trump pone un énfasis particular en la inteligencia artificial y la biotecnología, dos campos de enorme relevancia en la economía global del futuro. Estos sectores son vistos como fundamentales no solo para el desarrollo económico, sino también para la seguridad nacional. La preocupación de Washington es que adversarios extranjeros utilicen tecnologías desarrolladas en Estados Unidos para ganar ventaja en estos campos emergentes, lo que podría alterar el equilibrio de poder global.
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