Inusual

Padre Ovidio Duarte, Sacerdote y Piloto

padre ovidio duarte
10 de febrero, 2023 - 3:58 pm
Salvador Fazio

Siendo ya sacerdote, párroco de la Iglesia del Carmen, hacía la misa, rapidito me iba a los piques y rapidito regresaba otra vez porque tenía varias misas, pero fue verdaderamente una gran experiencia, una experiencia que la viví y la disfruté,

En esta columna hemos entrevistado a pilotos, mecánicos, ingenieros y restauradores excepcionales, pero esta vez les traemos a un personaje único, no conocemos otro caso igual, un sacerdote aficionado a las carreras de carros

– Padre Ovidio, háblenos de su actividad como prelado y piloto…

Yo creo que en primer lugar es una bendición de Dios, y gracias a Dios por todas las cosas que me ha permitido vivir y experimentar a lo largo de este tiempo de vida, creo que, totalizando, han sido cosas muy bellas, muy interesantes, en esto creo que tuvo que ver mucho mi papá y mi mamá, sobre todo papá, cuando me enseñó desde los 12 años a manejar y agarrar las curvas de San Pablo, cada vez que íbamos a Valencia, que era frecuente.

Mi mamá me permitía irle a buscar los tomates, las cebollas, etc. en el supermercado que quedaba a unas cinco cuadras de la casa en Valera, eso incluso fue despertando la parte manual de papá de enseñarme a sacar un carburador, limpiarlo, limpiar las agujas, adelantar el tiempo del Mercedes-Benz que tenía, del año 59…

Todas esas cosas me fueron dando una plataforma, para después concretar eso de estar en los piques, quizás era la posibilidad desde el punto de vista económico más factible, en vez de entrar en Fórmula 1 u otras categorías, que era mucho más complicado y fue una experiencia verdaderamente maravillosa.

Siendo ya sacerdote, párroco de la Iglesia del Carmen, hacía la misa, rapidito me iba a los piques y rapidito regresaba otra vez porque tenía varias misas, pero fue verdaderamente una gran experiencia, una experiencia que la viví y la disfruté, pero obediente al Arzobispo de Maracaibo de la época, Monseñor Domingo Roa Pérez, que en paz descanse, tuve que dejarlo a un lado, pero siempre con el deseo, con eso en la sangre, en el ADN.

Después tuve la oportunidad de tener un Alfa Romeo 33 en Italia, luego tuve un Alfa Romeo 155, que todavía lo tiene por ahí mi ahijado José Rafael, soy amante de las motocicletas, esas cosas me llaman poderosamente la atención.

Tengo entendido que usted empezó conduciendo un Gokart que le prestó el vecino del frente…

Sí, Peppino Rogiati nos ayudaba, estábamos chamos, siete u ocho años, él tenía su Gokart grande, un italiano muy buen amigo, nos empezó a dar colitas en los Gokart y también ayudó a que se fuera fraguando ese deseo por los motores, el ruido, la expectativa, la velocidad, todo eso fue sumando…

¿Hasta qué edad condujo Gokart?

Ya yo estaba ordenado como sacerdote, hasta 1984

¿A qué edad empieza a picar?

A los 28 años

¿Cómo llega ese carro a sus manos y se le ocurre prepararlo para ir a picar?

Ese fue el regalo de mi papá y mi mamá, un Malibú Classic de los pequeños con motorcito mexicano, que se fundió, ahí participó también mi gran amigo Tito Feijoo, que me ayudó con un 302 y me dijo que ese motor me iba a durar un año.

Al año yo me metí con las carreras, fuimos metiéndole los hierros, como se dice popularmente, la leva, el carburador, preparamos la caja y por supuesto tuve la necesidad de hacer el tráiler para llevar el carro, allí comenzó poco a poco la cosa con Elio Oroño, especialista en cajas de velocidades, también tenía su carro, entonces se juntaron el hambre y las ganas de comer y ahí arrancamos y seguimos por un buen tiempo.

¿Cuántos años estuvo en los piques?

Unos cuatro años, estuvimos en Maracaibo, San Carlos, San Cristóbal, Mérida, fuimos varias veces, no tanto por las ganas del trofeo y de ganar, sino de la experiencia de correr, el gusto por la adrenalina, el arranque, el arbolito, a mí eso me llamaba más la atención que ganar y ganar y ganar…

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¿En esa época ese carro usted también lo usaba para la calle?

Por un tiempo, después no porque le puse los Headers y entonces utilizaba el carro de mi papá, que era un Conquistador y ese lo dejé solo para los piques, llegó un momento que estaba tan preparado que no podía rodar en la calle, después le soldamos la tracción trasera…

¿Le hicieron un Posi-traction casero…?

Correcto.

domingo roa perez¿Entonces ahí entró en acción Monseñor Domingo Roa Pérez, paz a su alma, y le dijo: “muchacho! qué estás haciendo”?

Sí, sí, y obediencia, me dijo ¿qué estás haciendo? Yo le conté y me dijo: “no, no, no, no, no, eso no es bueno…”, así que lo dejé y me fui a Roma a estudiar, estuve allá cuatro años estudiando y ahí compré un Alfa 33, después regresé un año a Maracaibo y me fui otra vez como párroco, ahí si me compré un Alfa Romeo 155 1.8 16V Twin Spark, que también me lo traje y también está aquí.

¿En qué categoría corría usted?

Street bracket, una categoría de carros no tan preparados, que todavía tienen algo de mínimo y pueden rodar en la calle, con tiempos en el cuarto de milla entre 12.90 y 13.90.

¿Cuál fue su duelo más memorable, contra cuál piloto?

Fue con mi compadre, Elio Oroño, llegamos los dos juntos a la meta porque yo no quería ganarle y él no me quería ganar a mí, entonces llegamos parejo y lo hicimos en dos oportunidades, quedamos en el mismo puesto los dos, fue muy memorable.

Los otros amigos que había ahí eran una comunidad muy alegre, nos prestábamos las herramientas, nos preguntábamos cómo hacer algo, pregunté qué hacer con una empacadura rota y me dijeron que le pusiera pintura de uña y resulta que funcionaba, eso lo aprendí ahí, éramos muchos amigos.

¿A quién recuerda más vívidamente?angelo canal

Estaba Ángelo Canal, buen amigo, gran mecánico, muy respetuoso, había un gran mecánico que preparaba muy bien los carros pero después hacía correr a la esposa, Maxy Velazco, mucha gente, muy difícil de recordar.

¿Usted mismo preparó el carro?

Elio Oroño me ayudó a preparar tanto la caja como el motor, pero yo en el motor metí más mano que en la caja, era más sencillo en aquella época el motor.

¿Qué tipo de preparación le había hecho?

Le habíamos puesto la leva, después de unos cuantos piques le cambiamos las válvulas de admisión y de escape por unas Ford y tuvimos problemas, cambiamos los resortes y funcionó bien, cambiamos el carburador y se le hicieron algunas cosas, arreglos, ya estábamos pensando en el nitro pero era para pasar a una categoría superior, y fue cuando Monseñor me dijo: “hasta aquí…”

¿Qué pasó con ese carro?

Yo me fui a Italia, se lo dejé a mi hermana y mi hermana lo vendió, la placa era VGA-151, no sé dónde estará, seguramente está guardado por ahí…

thumbnail PHOTO 2023 02 10 12 11 27¿Cómo es conducir un Alfa Romeo? Henry Ford se quitaba el sombrero cuando veía pasar uno…

El Alfa 33 era un carrito complicado de mecánica, no dicho por mí sino por los mismos mecánicos de Alfa, el 155 1.8 16V Twin Spark era como un carro de carrera, era un carro con una estabilidad impresionante, arrancaba muy duro y desarrollaba bastante bien, a mí lo que me llamaba más la atención, incluso después de que le puse unos cauchos para lluvia, era la estabilidad, el agarre que tenía ese carro, te sentías casi casi en el pavimento, eso me llamó la atención, el aire acondicionado era de muy buena calidad, el consumo no era tanto a pesar de las 16 válvulas, a mí me gustó muchísimo.

Un carro vívido de manejar…

Sí, un carro alegre, yo le cambié el volante, le cambié los rines, le puse un perfil de caucho más bajo y era aún mejor.

Hoy en día tiene una camioneta…silverado 2007

Sí, tengo una Silverado 2007 que me tiene loco porque consume demasiada gasolina, pero es muy noble, en estos días me preguntaba el mecánico amigo mío cuántas veces había cambiado las bujías y yo le contesté: “que yo recuerde nunca”, Y me dijo: “bueno padre, hay que cambiarlas de vez en cuando…”, porque ya no caminaba la perola, pero sin embargo despacito para no consumir mucha gasolina si caminaba, muy noble, Chevrolet para mí es lo máximo.

yamaha rd 250¿Y las motos?

Aquí en Venezuela es un problema manejar motocicleta, yo tuve moto siendo sacerdote, una Yamaha 250 RD, excelente moto, después tuve una 650 Kawasaki, después tuve otras “moticos” por ahí, en Italia tuve una honda 50 con el motor “preparaíto” y tal, porque era más fácil moverme en la moto que en el carro, que consumía más, esa me la traje también y por ahí está guardada, en estos momentos tengo una Yamaha 1300, que camina muy duro, pero es muy peligroso aquí.

¿Un día de estos me da una vueltica?

¡¿Cómo no?!

¿Nunca tuvo accidentes ni roturas?

No, afortunadamente no, yo creo que el más grave fue ese, cuando no pudimos correr porque había una fisura en la empacadura de la tapa de compresión y no sabíamos ni siquiera donde irla a comprar, eso fue en San Carlos y uno de los colegas me dijo que le echara esmalte de uñas, con eso corrimos y picamos y no la destapamos más, pero accidentes graves no, una vez picando el motor estaba fuerte y los frenos no estaban adecuados, ahí me vi apurado al final de los 400 m pero había suficiente espacio y logré detenerlo, después le cambiamos los frenos.

¿De la moto nunca se cayó?Alfa Romeo 33

No, pero te tengo una anécdota con el alfa 33, cuando regresé por primera vez de Italia con el Alfa 33 iba de casa de mis padres en Irama hacia Gallo Verde, al Andrés Eloy blanco, iba por Sabaneta caminando cuando al ratico oigo duro, ya encima de mí, las sirenas de la policía, entonces me paro a un lado y me bajo y se bajan los policías y me dicen: “¡cónchale Padre, pero es que usted camina muy duro con ese carro…!”

¿Ese era un 1300, no? Creo que tenía 90 caballos…

¡Sí, pero caminaba, caminaba! me decían los policías: “¡Padre, teníamos rato detrás de usted y no lo podíamos alcanzar!”

¿Cómo se le acercaba la gente? ¿Le preguntaban que leva tenía o tal vez le pedían una consulta conyugal o una confesión?

La experiencia fue muy interesante, porque empezó a surgir la bendición de los carros, la bendición del evento, la oración para los pilotos y fue introduciéndose la presencia de Jesucristo en el ambiente, los mismos afiches que yo le pegaba al carro colaboraron con eso, poco a poco me iban involucrando más espiritualmente.

san cristobal¿Qué santo tenía usted en el tablero?

A San Cristóbal que es el Santo de los conductores.

¿Qué mensajes le pegaba usted a su carro?

Bueno, a la parroquia llegaban afiches y yo le ponía esos afiches al carro, la gente y sobre todos los colegas que estaban ahí se quedaban admirados con el mensaje.

Y después se enteraban de que usted era sacerdote…

Sí, jajaja

¿Qué decían los afiches?

Había mensajes de las misiones, ayuda al pueblo, varias cosas pero todas relacionadas con Jesucristo.

¿Entonces sí se acercaban a pedirle ayuda espiritual?

¡Sí, mucha gente! la bendición de los carros se volvió una costumbre, no sólo se acercaban los pilotos, ¡también las esposas!

Padre, haga que se retire…

¡Jajajajajaj, no, si supieras que no! era más pidiendo protección y por cuestiones de pareja, era más por esa línea que por cuestiones ligadas al deporte.

Padre ayúdeme, quiere más al mecánico que a mí…

Jajajajajaj

¿Cómo era su vida familiar?padre ovidio

Yo salí muy temprano de la casa, porque me fui al seminario en primer año de bachillerato, de seis hijos yo era el mayor, después una hermana y el resto varones, en el Seminario Mayor estuve varios años, tanto en Caracas como en San Cristóbal, estudié un año de derecho en Carabobo, total que a pesar de que estaba afuera cuando regresaba estábamos muy unidos.

Recuerdo que regresé de estudiar en Italia la primera vez, que fui y me puse a preparar una pasta con una salsa muy especial y dice Oscar, mi hermano: “pásame el kétchup y la mayonesa” y yo le digo: “chico no seas indio, cómete esto con la salsa que estoy haciendo…” y cuando la probó dijo que estaba buena y entonces yo le dije: ¡no, ahora no vas a comer!

Chistes de familia, pero éramos muy unidos, a pesar de que mis hermanos también estudiaron en Los Teques, pero mi papá y mi mamá se encargaron mucho de eso, de que estuviéramos unidos, tenemos el chat de la familia a pesar de que estamos en varios lugares del mundo, aun estando yo en el seminario, sábado y domingo comíamos todos en familia.

hugh oflaherty¿En qué lugar de Venezuela se inició su familia?

Mi mamá y mi papá se casaron en Maracaibo, mi papá era de Betijoque y vino a trabajar aquí en Colgate Palmolive, con Gómez Castro, se consiguió con mi mamá y se casaron aquí, pero papá tuvo una oferta de una ferretería, la compró en Valera y nos trasladamos para allá, pero yo nací aquí en Maracaibo. Frente a la Zona Educativa había un hato que se llamaba el Carmen y ahí fue donde nacimos y crecimos.

Monseñor Hugh O’Flaherty en la Italia ocupada por el nazismo salvó alrededor de 6500 personas, entre ellos judíos, de las garras de la SS y practicaba boxeo, San Karol Wojtyla era un gran esquiador sobre nieve y un deportista nato, ¿por qué no el automovilismo?

Tal vez una inquietud por parte de Monseñor Domingo Roa Pérez, porque era joven y por el riesgo que representa, pero de mi parte yo sabía que el que obedece nunca se equivoca y entonces me fui por ahí.

¿Cómo vivió usted espiritualmente la experiencia del automovilismo?karol wojtyla

Lo del automovilismo ya estaba ahí, en el ADN, en las venas, yo creo que fue algo muy bonito y muy interesante, porque si tienes el control sobre el carro, con el volante, con los cambios, puedes tener el control sobre tu vida, si tú sueltas el volante puede haber un desastre.

Pero si sujetas bien el volante y llevas el motor, la caja, los cauchos, como debe ser, vas seguro, si tú te descuidas en algún detalle puedes romper algo, puedes salirte de la pista y eso yo se lo apliqué a la vida, yo creo que uno debe sujetar muy bien el volante de la vida y seguir adelante, recto, que es lo importante.

Ayrton Senna antes de arrancar cada carrera juntaba las manos y rezaba, Carl Haas se arrodillaba delante de sus autos de carrera y los bendecía antes de que estos arrancaran…

sennaCreo que es muy importante y trascendente lo que estás diciendo tú, me parece también importante que cada cosa debe estar en su sitio, los carros de carrera en la pista, pero en la calle hay que respetar las señales de tránsito, al peatón, saber distinguir la velocidad que yo puedo imprimir en una pista y en la ciudad, eso también lo aprendí ahí.

El esquí en el caso de San Juan Pablo II, el boxeo en el caso de Monseñor O’Flaherty, el automovilismo en su caso, no tienen por qué ser actividades que nos alejen de Dios sino que al contrario, que nos acerquen a Dios, hacerlo con la mentalidad y el espíritu adecuado y buscando la perfección, la superación, entrar en comunión con ese universo de fuerza intangible que nos lleva a controlar un carro de carrera, nuestro cuerpo en un combate de boxeo, o cualquier actividad que hagamos, nos proyecta a esa dimensión en la cual estamos más cerca de Dios.

¡Sin duda alguna, sin duda alguna!

¿Algo que quiera agregar, Padre?carl haas

Gracias por esta entrevista, han pasado muchos años de ese último pique en el año 84, en el 85 me fui para Roma, pero en el corazón siempre está la pasión, y me llama la atención la mala disposición que hay en la ciudad a respetar al ciclista, al motociclista, al peatón, a las señales de tránsito, al semáforo, a estacionarse bien, ojalá recuperemos eso. Hay que concientizar, manejando mejor nos desplazamos mejor y no es corriendo que llegaremos más rápido, tal vez no llegaremos.

Padre, cuando reformemos el Club de Manejo en Pista de Maracaibo y tomando en cuenta que Monseñor Domingo ya no está con nosotros ¿podemos contar con usted para que venga a rodar con el Club?

¡Jajajajajaj claro que sí, cuenten conmigo!

Bendígame padre…

Dios te bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

Gracias Padre Ovidio.

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Salvador Fazio

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