Foto: Archivo
San Francisco — A eso de las 3:30 de la tarde la concentración convocada por los llamados estudiantes «indignados» de la zona sur, se apostaron en la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe en el sector de Sierra Maestra.
Allí, el párroco del templo, José Palmar, mejor conocido como «el padre Palmar», recibió a los muchachos junto al excandidato a la Alcaldía de San Francisco, Julio Montoya. Minuto a minuto se fue llenando el espacio hasta que el grupo de jóvenes decidió volcarse a la calle, donde de forma pacífica, armados de banderas, pitos y consignas iniciaron la manifestación, la cual denominaron «San Francisco despertó, no tenemos miedo, no a la represión».
Al recinto de Dios se apersonó el comisario Danilo Vílchez, jefe de Polisur, quien de manera cordial estrechó su mano con el cura en demostración de amplitud y garantía de la seguridad de los ciudadanos.
Los jóvenes en el lugar manifestaron que seguirán en la calle pacíficamente y lograrán que el municipio despierte y no sienta más miedo a la supuesta represión local.
Por su parte, Montoya manifestó que «ya basta de chantaje, aquí no estamos cerrando calles, ni haciendo guarimbas, solo hacemos valer nuestro derecho constitucional».
En relación a la decisión del Gobierno nacional de romper relaciones diplomáticas y comerciales con Panamá, Montoya aseguró que fue un gran error y una violación de los tratados internacionales. «Esa situación debía resolverse con una agenda diplomática. Yo me pregunto: ¿Por qué entonces Venezuela no ha roto vínculos con EE.UU., si en reiteradas ocasiones han vociferado que ese país se inmiscuye en los asuntos del nuestro? No lo hará porque dependemos de él económicamente, entonces dejen la doble moral», refutó.
En cuanto a la apatía a la protesta de los habitantes sureños, el también diputado dijo que más que apatía es temor, es miedo a la represión de los cuerpos «paramilitares» que, según él, mantiene el mandatario municipal.
«Esto es una muestra que en San Francisco queremos cambio y vendrán, de eso estoy seguro».
Los manifestantes se desplazaron en una cadeneta humana por toda la avenida, 15 recorriendo unas 20 cuadras aproximadamente.
La Policía Municipal estuvo en varios puntos pendiente de cualquier alteración. Unos 150 oficiales de Polisur y la PNB estuvieron custodiando la marcha hasta retornar a la iglesia donde se realizó un minuto de silencio por los más de 20 venezolanos caídos en estas manifestaciones, seguido de una misa oficiada por el padre Palmar.
Comente