El jefe de la delegación oficial en esas pláticas, Humberto de la Calle, reveló de qué depende la continuación de los diálogos
Foto: AFP
El gobierno se empeñó en aclarar que el «desescalamiento» de las acciones armadas difiere de un alto al fuego bilateral
Bogotá — La continuidad del proceso de paz con las FARC depende del mantenimiento de la tregua unilateral que esa guerrilla anunció la semana pasada y de acuerdos «en lo sustancial» en las negociaciones en Cuba, dijo ayer el representante del gobierno colombiano en esos diálogos.
Un día después de que el presidente Juan Manuel Santos diera un plazo de cuatro meses para decidir si su gobierno sigue dialogando con las FARC, el jefe de la delegación oficial en esas pláticas, Humberto de la Calle, reveló de qué depende la continuación de los diálogos.
«Lo que tiene que ocurrir es que se mantenga el compromiso de las FARC de su cese del fuego y que se mantenga de manera tangible, que no haya violaciones».
La segunda condición es que, en cuatro meses, las partes sean «capaces de avizorar» si están de acuerdo «en lo sustancial».
De la Calle pidió entonces avances en las pláticas sobre «el cese de fuego y hostilidades bilateral y definitivo, y la cuestión relacionada con las garantías para el paso a la vida civil» de los futuros excombatientes.
Desescalamiento, no cese
En un comunicado conjunto leído desde La Habana, las partes anunciaron el domingo un acuerdo para «desescalar» el conflicto en Colombia.
No obstante, el gobierno se empeñó en aclarar que el «desescalamiento» de las acciones armadas difiere de un alto al fuego bilateral en el que las FARC han insistido desde que empezó el proceso de paz en 2012.
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