«Venezuela, bloqueada, la presión sobre Venezuela que sufre de una polarización política y de una inestabilidad democrática indudable, tiene que ver con el petróleo que está en el subsuelo»
El presidente de colombiana, Gustavo Petro, anunció este viernes que se reactivará la mesa de diálogo en México entre delegados del mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, y los delegados de la oposición del vecino país; el jefe de Estado colombiano, propuso una amnistía para presos políticos.
«La amnistía es para el que esté preso por alguna razón política que sea liberado. Un acuerdo en México fundamentalmente tiene que ver con las garantías de todos los que participen o todas las que participen en las elecciones del 2024», sostuvo Petro.
«Nosotros no vamos a tomar las decisiones que deben tomar las partes venezolanas. Simplemente coadyudar para ayudar (…) De la misma medida, se ha pedido que haya un desescalamiento de la conflictividad política en Venezuela en términos de la entrada de Venezuela al sistema Interamericano de derechos humanos y un desbloqueo general de la economía venezolana y unas próximas elecciones con garantías», puntualizó Petro.
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«En la mesa donde el gobierno francés, noruego, argentino, venezolano y la oposición venezolana intervienen para revitalizar la mesa de México y el acuerdo político venezolano, propuse desbloqueo y amnistía general y un pacto de convivencia para las elecciones y después de ellas», trinó el mandatario.
El mandatario, en un discurso en el Foro Mundial de Paz en Francia, también señaló que en Venezuela se presenta una polarización política y una inestabilidad democrática que no escapa a su realidad y que genera expectativa en la región.
Diálogo sin bloqueo
«Por ejemplo, Venezuela, bloqueada, la presión sobre Venezuela que sufre de una polarización política y de una inestabilidad democrática indudable, tiene que ver con el petróleo que está en el subsuelo», anotó Gustavo Petro.
Agregó en su declaración: «Es que allí hay muchísimo petróleo. Y, por tanto, esta tendencia del avestruz, del negacionismo a controlar la riqueza, en términos de energías fósiles, lleva ya intereses: que si son los rusos, que si es la Otan, como si Venezuela pudiera ser también una posible Ucrania».
«Y vecina de mi país, con centenares de kilómetros de frontera común, con flujos migratorios que antes que la humanidad conociera, o por lo menos los países ricos conocieran de ellos, ya había observado en las últimas décadas millones de colombianos que fluían hacia Venezuela, cuando los precios del petróleo eran altos, y nosotros pobres», insistió.
«Nosotros nos dimos cuenta desde hace décadas que venezolanos y colombianos somos el mismo pueblo. Sí, millones pasaron a un lado, y millones pasaron al otro, nuestros hijos son comunes, nuestra sangre es común, y no nos avergüenza, porque no hemos caído, de todas maneras, en esa ficción del odio al extraño, del odio al extranjero, del odio al inmigrante por muy diferente que sea», concluyó Petro.
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