La medida entrará en vigor este viernes y se prolongará, como mínimo, hasta el 1 de diciembre

Francia decretó confinamiento limitado de la población

FRANCIA MIERCOLES
28 de octubre, 2020 - 5:46 pm
Agencias

La decisión sobre el confinamiento, tomada tras dos Consejos de Defensa consagrados a la crisis sanitaria, tiene como objetivo doblegar «una segunda ola que podría ser más dura y más mortal que la primera», alertó el jefe del Estado


Francia. Nuevamente en confinamiento, pero en esta ocasión limitado fue la decisión, tomada tras dos Consejos de Defensa consagrados a la crisis sanitaria, tiene como objetivo doblegar «una segunda ola que podría ser más dura y más mortal que la primera», alertó el jefe del Estado. La violencia del segundo zarpazo del coronavirus es incontestable: en las últimas 24 horas se registraron más de 33.400 nuevos casos y 527 fallecidos; en la última semana se contabilizaron más de 14.000 hospitalizaciones, 2.000 de entre ellas en las UCIS. Desde el inicio de la pandemia, Francia acumula más de un millón de contagios y más de 35.000 muertes por covid-19. Las cifras podrían ser aún más abrumadoras: el número real de contagios ascendería a «100.000 diarios», según las estimaciones del presidente del Consejo Científico, François Delfraissy.

Una decisión inevitable

«Evitar a toda costa un nuevo confinamiento», era el objetivo prioritario del Gobierno a finales del mes de agosto, cuando la curva de contagios empezaba a repuntar. A pesar de la amenaza de un nuevo rebrote, Francia decidió no paralizar de nuevo la actividad: «Eso tendría repercusiones económicas demasiado importantes», explicó por aquel entonces el primer ministro, Jean Castex.

Mucho ha llovido desde entonces. Ni el cierre de los bares y cafés en las regiones más afectadas por el virus, ni el toque de queda impuesto a más de 46 millones de franceses han dado sus frutos. «Si los esfuerzos realizados han sido útiles, la lucidez nos obliga a admitir que no han sido suficientes […] El virus circula en Francia a una velocidad que ni siquiera las predicciones más pesimistas habían previsto […] Un 58% de las camas de los hospitales están ocupadas y se registran cada día cifras máximas de contagios», ha admitido Macron durante su alocución.

Ante tal evidencia, fue el mismo primer ministro quien, este mismo martes, consideró «indispensables […] nuevas medidas» para poner freno a la epidemia. «Debemos movilizar no sólo a la representación nacional, sino a todo nuestro país», escribió en su cuenta de Twitter. Un anuncio que dejaba vaticinar nuevas y extensas restricciones.

Lea también: Experto de la OMS recomienda dejar de usar el confinamiento como principal método de control de la Covid-19

Las normas del confinamiento serán revaluadas cada «15 días» en función de la «evolución de la epidemia». «Decretaremos, si es necesario, medidas adicionales y también evaluaremos si podemos aliviar algunas de las restricciones», ha explicado Macron, haciendo especial referencia a los comercios de cara a las Navidades.

La decisión, tomada tras dos Consejos de Defensa consagrados a la crisis sanitaria, tiene como objetivo doblegar «una segunda ola que podría ser más dura y más mortal que la primera», alertó el jefe del Estado. La violencia del segundo zarpazo del coronavirus es incontestable: en las últimas 24 horas se registraron más de 33.400 nuevos casos y 527 fallecidos; en la última semana se contabilizaron más de 14.000 hospitalizaciones, 2.000 de entre ellas en las UCIS. Desde el inicio de la pandemia, Francia acumula más de un millón de contagios y más de 35.000 muertes por covid-19. Las cifras podrían ser aún más abrumadoras: el número real de contagios ascendería a «100.000 diarios», según las estimaciones del presidente del Consejo Científico, François Delfraissy.

Una decisión inevitable

«Evitar a toda costa un nuevo confinamiento», era el objetivo prioritario del Gobierno a finales del mes de agosto, cuando la curva de contagios empezaba a repuntar. A pesar de la amenaza de un nuevo rebrote, Francia decidió no paralizar de nuevo la actividad: «Eso tendría repercusiones económicas demasiado importantes», explicó por aquel entonces el primer ministro, Jean Castex.

Mucho ha llovido desde entonces. Ni el cierre de los bares y cafés en las regiones más afectadas por el virus, ni el toque de queda impuesto a más de 46 millones de franceses han dado sus frutos. «Si los esfuerzos realizados han sido útiles, la lucidez nos obliga a admitir que no han sido suficientes […] El virus circula en Francia a una velocidad que ni siquiera las predicciones más pesimistas habían previsto […] Un 58% de las camas de los hospitales están ocupadas y se registran cada día cifras máximas de contagios», ha admitido Macron durante su alocución.

Ante tal evidencia, fue el mismo primer ministro quien, este mismo martes, consideró «indispensables […] nuevas medidas» para poner freno a la epidemia. «Debemos movilizar no sólo a la representación nacional, sino a todo nuestro país», escribió en su cuenta de Twitter. Un anuncio que dejaba vaticinar nuevas y extensas restricciones.

Las normas del confinamiento serán revaluadas cada «15 días» en función de la «evolución de la epidemia». «Decretaremos, si es necesario, medidas adicionales y también evaluaremos si podemos aliviar algunas de las restricciones», ha explicado Macron, haciendo especial referencia a los comercios de cara a las Navidades.

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