La Bolsa de Metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés) ha encontrado en uno de sus almacenes bolsas llenas de piedras en lugar del níquel que debía contener, reporta Financial Times.
LME informó el viernes que «una serie de envíos físicos de níquel de una instalación específica […] han sido objeto de irregularidades». Una persona al tanto del asunto indicó al medio que los supuestos cargamentos del metal en realidad contenían piedras.
Según la entidad, las irregularidades eran «evidentes, entre otras cosas por el peso de los saco»». Las bolsas en cuestión se almacenaron en Róterdam (Países Bajos), en un depósito gestionado por la empresa Access World, precisó el informante.
Tras un pedido de la LME, el operador llevó a cabo una inspección y descubrió la falta de 54 toneladas de níquel valorado en 1,3 millones de dólares. En este contexto, la bolsa ordenó a todos sus operadores de almacenes autorizados que repitan las inspecciones para comprobar si hay más irregularidades.
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La partida falsa de níquel en el sistema de la LME es un nuevo golpe a la reputación de la institución londinense tras la polémica decisión del año pasado de cancelar las operaciones con níquel luego de una subida histórica de precios. Dicha medida desencadenó en investigaciones de las autoridades reguladoras y demandas de los inversores, escribe el periódico.
Según FT, para restablecer la confianza en el mercado, la bolsa tenía previsto reabrir el lunes las negociaciones de níquel, cerradas desde el año pasado. Ante el riesgo de nuevos descubrimientos de partidas irregulares en los almacenes, la LME aplazó una semana la reapertura del comercio.
El níquel se utiliza para fabricar monedas y joyas y en la industria para fabricar artículos tales como válvulas e intercambiadores de calor.
La mayor parte del níquel se usa para fabricar acero inoxidable
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