Las coladas de lava han afectado sólo al oeste de la isla, pero las cenizas volcánicas obligaron de nuevo este lunes a suspender las operaciones en el aeropuerto de Santa Cruz de la Palma, la capital de la isla, que se encuentra en el lado este.

«El Aeropuerto de La Palma se encuentra inoperativo por acumulación de ceniza. Se aplican los protocolos establecidos», informó el organismo gestor de los aeropuertos españoles, AENA.

La aerolínea regional Binter, principal enlace aéreo con las islas vecinas, anunció la cancelación de «todos los vuelos con origen/destino #LaPalma de este lunes».

El domingo el aeropuerto ya operó de manera intermitente, lo que obligó a muchos turistas que visitan la isla para ver la erupción a recurrir a los ferrys que unen La Palma a Tenerife.

Además, Morcuende explicó que «por primera vez a lo largo de la emergencia», se pide a los habitantes de Santa Cruz de la Palma que se protejan con máscarillas FFP2 del dióxido de azufre y otras partículas nocivas suspendidas en el aire por la erupción.

Aquellas personas que sufran de problemas respiratorios o cardiacos «deberán permanecer en casa, limitar absolutamente su salida», aconsejó el responsable.

El volcán entró en su tercer mes de erupción sin que se vislumbre un fin, afectando hasta la fecha a casi 1.500 edificaciones, de las que casi 1.100 son viviendas, según datos del Catastro, el registro de bienes inmobiliarios.

Según los últimos datos del sistema de medición geoespacial europeo Copernicus, la lava ha cubierto 1.065 hectáreas.