La canasta básica familiar (CBF) en julio llegó a costar Bs. 2.043.083,39
Foto: Agencias
Caracas — Recientes estudios realizados por Ecoanalítica afirman que la crisis económica que atraviesa Venezuela ha obligado a reformar sus estructuras de consumo cada vez con mayor rapidez. Sin que estas aún puedan determinar los niveles de bienestar y felicidad social. Algunas personas han optado por sustituir artículos, mientras que otras han tenido que dejar de usar ciertos productos para poder rendir el dinero.
Ecoanalítica considera que la caída en el consumo es consecuencia de la aceleración de los precios, la contracción de la oferta agregada y el deterioro del poder de compra.
Asimismo, expresa que este año la contracción del consumo será mayor, pues prevé que en 2017 llegará a 15,4%, mientras en 2016 la caída fue de 15%.
De igual manera, precisó que «debido al escenario hiperinflacionario, ante la necesidad de realizar ajustes reiterados de precios, las empresas, optan por indexarlos a monedas extranjeras», por lo que dijo que una dolarización tácita es una respuesta común en este tipo de economías, por ello, «los consumidores enfrentan precios más altos lo que constituye un añadido a su ya precaria condición».
Además, la firma, afirmó que los aumentos del salario mínimo decretados no han logrado su cometido, ante el deterioro de la condición de vida de los venezolanos.
Por lo que, añadió que si no hay cambios significativos, la situación en la que se encuentran los consumidores empeorará.
Precisó que la canasta básica familiar (CBF) en julio llegó a costar Bs 2.043.083,39, según cálculos del Cendas-FVM.
Aseguró que fueron necesarios 21,06 salarios mínimos para adquirir toda la CBF, a pesar de que la misma está diseñada para incluir todos los bienes y servicios fundamentales para una familia promedio de cinco integrantes.
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