Foto: Agencias
Cuba — Ayer entró en vigencia la nueva ley de inversión extranjera de Cuba, aprobada en marzo por el parlamento cubano, según reseñaron medios locales.
La normativa busca atraer capital foráneo y contribuir al desarrollo del país y al plan de reformas para «actualizar» su modelo socialista. La nueva ley sustituye la vigente desde 1995 y entre sus novedades tiene beneficios fiscales para los inversionistas extranjeros y una nueva política laboral que permitirá pactar los salarios de los contratados locales.
La ley de inversión extranjera es uno de los principales instrumentos del gobierno de Raúl Castro para inyectar capital a la maltrecha economía de Cuba, donde, según estimados oficiales, se necesita entre $2.000 y $2.500 millones anuales para hacer sostenible el modelo y sus reformas.
Serán once los sectores con prioridad para la inversión, distribuidos en las áreas agrícola y forestal, la industria alimentaria, energía y minas, industria azucarera, la sideromecánica, ligera, química y electrónica, industria farmacéutica y biotecnológica, comercio mayorista, salud, construcción, turismo y transporte.
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