En la colección del Museo de Arte Block de la Universidad del Noroeste

Análisis de rayos X de una antigua momia egipcia reveló un descubrimiento sorprendente

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28 de noviembre, 2020 - 9:03 am
Agencias

La momia, conocida como Momia de retrato número 4 de Hawara, está en la colección del Museo de Arte Block de la Universidad del Noroeste

Una momia egipcia del siglo I d.C., que estaba decorada con el retrato de una mujer adulta, en realidad contenía el cuerpo de una niña de 5 años, afirma un equipo de científicos de Chicago. Los rayos X de alta intensidad también han revelado un misterioso objeto que fue colocado sobre el abdomen de la niña en el momento de la momificación.

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Los científicos estadounidenses han obtenido más detalles sobre la misteriosa niña y su entierro gracias a la realización de escaneos de alta resolución y la aplicación de microhaces de rayos X dirigidos a regiones concretas de la momia.

La tomografía computarizada de rayos X (TC) de los dientes y el fémur de la momia ha confirmado su edad. Al mismo tiempo, no ha sido detectado ningún signo de trauma en sus huesos que pueda sugerir la causa de muerte.

Para este análisis, los investigadores han realizado potentes tomografías computarizadas para visualizar la estructura de la momia en su totalidad. Luego se han enfocado en las regiones específicas utilizando la difracción de rayos X. Se trata de una técnica según la cual un haz de rayos X fuertemente concentrado rebota en los átomos en estructuras cristalinas. Las variaciones en los patrones de difracción revelan de qué tipo de material está hecho el objeto.

Esta es la primera vez que se utiliza la difracción de rayos X en una momia intacta, informa Stuart Stock, autor principal del estudio publicado el 25 de noviembre en la revista Journal of the Royal Society Interface, profesor de investigación de Biología Celular y Biología del Desarrollo de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad del Noroeste, Chicago.

La momia, conocida como Momia de retrato número 4 de Hawara, está en la colección del Museo de Arte Block de la Universidad del Noroeste. Fue excavada entre 1910 y 1911 en la necrópolis de Hawara, cerca del oasis de El Fayum, en el Bajo Egipto, y data del siglo I d.C. aproximadamente, cuando el país estaba bajo dominio romano.

Antiguamente en Egipto las momias antiguas se hacían con retratos

«Durante la época romana, en Egipto se comenzaron a hacer momias con retratos adheridos a la superficie frontal», explica Stock.

El experto comenta que fueron hechos miles de retratos, pero la mayoría de los mismos fueron retirados de las momias, tal vez solo de 100 a 150 aún conservan el retrato adjunto.

Aunque el retrato de la momia número 4 representa una mujer adulta, su pequeño tamaño insinuaba lo contrario y más tarde el análisis confirmó que la momia era una niña, que ni siquiera tenía dientes permanentes. Su cuerpo medía casi un metro desde la parte superior de su cráneo hasta las plantas de sus pies, según el estudio.

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Los investigadores también han detectado 36 piezas en forma de aguja: 11 alrededor de la cabeza y el cuello, 20 cerca de los pies y cinco en el torso. La difracción de rayos X ha determinado que se trata de alambres o alfileres de metal que probablemente servían en el siglo pasado para estabilizar el envoltorio.

Además, un hallazgo sorprendente ha sido una capa irregular de sedimento en los envoltorios de la momia, tal vez se trata del barro que fue utilizado por los sacerdotes para asegurar los vendajes durante la momificación, sugiere Stock.

Otro descubrimiento desconcertante ha sido un pequeño objeto elíptico de aproximadamente siete milímetros de largo, que los investigadores encontraron entre las vendas de la momia sobre el abdomen y al que llamaron Inclusión F. La difracción de rayos X ha mostrado que estaba hecho de calcio.

Probablemente se trata de un amuleto que ha sido colocado después de que el cuerpo de la niña fuera dañado durante el proceso de momificación, explica Stock. Cuando eso ocurría, los sacerdotes a menudo colocaban un amuleto como un escarabajo sobre la parte dañada del cuerpo para proteger a la persona en el más allá.

Sin embargo, la resolución de la tomografía computarizada no ha sido lo suficientemente potente como para mostrar detalles tallados en el objeto, por lo que es imposible afirmar con certeza de que se trata, agrega.

«Cada vez que entras en un estudio como este, obtienes buenas respuestas. Pero al final se acaban planteando más preguntas», comenta el científico.

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