Música para la vida: Mezzosoprano

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25 de enero, 2015 - 12:00 pm
Redacción Diario Qué Pasa

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Foto: Agencias

La concertino de la orquesta sinfónica ejecutaba un natural para que todos ajustaran la afinación pues en segundos, entraría el director para ordenar los primeros compases de lo que fue un fastuoso concierto. Luego de la obertura, salió a escena una gran dama cargada de amor por la música y una presencia escénica extraordinaria: era nada más y nada menos que la mezzosoprano zuliana Linda Marín.

Yo estaba sentado en el centro del legendario e imponente Teatro Baralt de Maracaibo disfrutando de aquel torrente de sapiencia vocal, con una sonoridad de mil matices y colores y una potencia que inundaba todos los rincones del majestuoso recinto artístico donde retumbaban constantemente los aplausos de un público que, impresionado por aquella hermosa voz, deliraba y exigía una y otra canción.

Linda nació en el Hospital Central de Maracaibo el 3 de septiembre de 1951. Es la menor y única mujer de cinco hermanos y se autodescribe como una «maracucha rajada» amante de su tierra, misma razón por la que se ha encargado de impregnarla de su esencia musical.

La profesora Marín es un ejemplo de constancia y amor por el canto, prueba de ello es que a sus 61 años de vida nos sigue deleitando con su maravillosa voz y continúa siendo el ejemplo a seguir de muchos, que como ella, han decidido hacer de la música académica su forma de vida. Es la responsable de realzar las voces más representativas del canto coral en la ciudad, para muchos es la mujer de la eterna sabiduría vocal.

Pero debo explicar de una manera muy sencilla qué es una mezzosoprano: es una tesitura femenina más grave que la soprano y más aguda que la contralto, con sus clasificaciones de mezzosoprano ligera, lírica y dramática.

El término se usa también para designar a la persona que canta con esta voz. Se trata de un término italiano, que significa en la mitad o el medio. Algunos estiman que la voz de soprano se encuentra englobada dentro de la voz de mezzosoprano. Esta situación, en lugar de ser un inconveniente, le permite acometer ornamentos vocales muy complicados. Es una voz de timbre rotundo y bastante más grave que la de la soprano.

Según el Harvard Dictionary of Music, la tesitura de mezzosoprano se extiende desde un La 3 a un Fa 5. Sin embargo, la tesitura varía mucho dependiendo del matiz individual de cada papel. Una mezzosoprano puede cantar algunos roles de soprano o de contralto, pero lo que la diferencia a una mezzosoprano de las otras dos voces femeninas es el color de la voz y que la mezzosoprano sostiene mejor las notas medias.

Pero, haciendo justicia, no podemos dejar de recordar a la mezzosoprano caraqueña Morella Muñoz (Caracas 1935 -1995) quien formó parte del orfeón universitario de la Universidad Central de Venezuela y tuvo como profesores  nada más y nada menos que a Inocente Carreño, Vicente Emilio Sojo y Juan Bautista Plaza. Logró realizar una extensa carrera internacional y en el año 2007 fue declarada Patrimonio Cultural de Caracas. Hasta el próximo domingo, con el favor de Dios.

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