La importante industria cinematográfica productora de las películas de Walt Disney, no dudo en contratar la poderosa voz hablada y cantada del famosísimo barítono colombiano Carlos Julio Ramírez (Tocaima 1916-Miami 1986) para el doblaje de algunas de sus fastuosas realizaciones, logrando un éxito rotundo a lo largo de tan interesante carrera enmarcada en el séptimo arte.
Y es que la voz de este extraordinario artista neogranadino también cautivó la musa de la gran compositora mexicana María Grever (México 1885-Nueva York 1951, autora de Júrame), quien manifestó que el mejor intérprete de su amada poesía Mi Canción fue Carlos Julio como ella le llamaba: «…No sé lo que al mirarme vi en tus ojos / un mundo de ilusiones desconocido/ y llenaba mi pecho de emociones / que jamás en mi vida había sentido…».
Ahora bien indagando a profundidad sobre la bella música colombiana y sus intérpretes detenemos nuestro andar intensamente musical por las más sentidas interioridades de su pentagrama al encontrar el nombre de Julio Flórez, poeta, escritor, músico, misterioso y de extraño poder de sugestión, intelectual de actitudes extravagantes y bohemio que hacia suspirar a las damas bogotanas de la alta sociedad quienes le llamaron el divino Flórez. Julio Flórez Roa (Chiquinquirá, Boyacá, 22 de mayo de 1867-Usiacurí, Atlántico, 7 de febrero de 1923) a los 7 años escribió sus primeros versos conocidos y una vasta lista de poemas y canciones.
Por varios países llevo su musa y su canto pero fue descalificado por muchos pues su romántica prosa le llevo a enamorarse de una hermosa jovencita de solo 14 años. Sus poesías más destacadas Mis flores negras, La araña, Idilio eterno, Abstracciones, Resurrecciones, La voz del río, Reto, Altas ternuras y Oh poetas, entre otras, son consideradas clásicos de la literatura colombiana.
Indudablemente que para el público contemporáneo y de fino gusto musical colombiano, está en primeros lugares el bello poema hecho canción en ritmo de pasillo Mis Flores Negras:…Guarda pues este triste y débil manojo / que te ofrezco de aquellas flores sombrías / guárdalo, nada temas, es un despojo / del jardín de mis hondas melancolías…
Hablando del pentagrama colombiano podemos dividirlo en dos grandes tipos: música andina y música litoral. En ambas vertientes se encuentran rasgos de la cultura española, africana y amerindia. En la música andina predominan las cuerdas, guitarra, tiples etc. Mientras que en la música litoral prevalecen las percusiones. Entre los géneros de música andina sobresalen el bambuco y el pasillo y en los de música caribeña se encuentran la cumbia, el mapalé, el bullerengue, el porro y el Vallenato que es un aire musical originario de Valledupar. El vallenato reúne al paseo, el son y la puya.
Es de destacar que en nuestro estado Zulia por ser limítrofe con nuestro hermano país hemos sido en exceso generosos con su difusión y aceptación en el gusto popular zuliano.
Foto: Cortesía
Hasta el próximo domingo, con el favor de Dios.
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