Doscientos valientes participaron este sábado en la 18ª edición de la Speedo Run de Boston, una carrera benéfica que comenzó en el año 2000 cuando cinco amigos improvisaron la aventura de echar una carrera ataviados sólo con un gorro de Papá Noel y traje de baño. Desde entonces, la tradición no ha hecho más que crecer, y en estos 18 años han recaudado más de 2 millones de euros para los más necesitados.
Este sábado, aunque hubo quién hizo trampa y vistió bañador largo o pantalón del pijama, la mayoría cumplió con las normas, vestirse con bañador tipo speedo y el clásico gorro. Algunos incluso añadían la barba típica de Santa o algún accesorio más. En esta edición fueron doscientos los participantes. Y la cifra recaudada, a las 16 horas del domingo (hora española) era de 76.067 dólares.
Cabe destacar que este año los participantes tuvieron suerte porque el tiempo acompañó. Algún otro año han tenido que soportar incluso nevadas durante la prueba.
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