Francis Juzga

*** Venezuela es un país solidario con todos los países del mundo. En el caso de Ecuador se está auxiliando a un país azotado por un terremoto, enviando aún lo que no tiene: medicinas. ¡Pueblo solidario este!

*** Causa pesar el solo hecho de tener que acertar una realidad que corre el país. La corrupción se ha apoderado del ánimo de muchos venezolanos, quienes no ven otra manera de vivir que no sea tomar para sí lo que no es suyo. Robar, engañar y estafar, eso es lo que impera en el país que se nos está desmoronando entre las manos. Si no se enfrenta a la corrupción con fuerza, difícilmente saldremos de la crisis tanto económica como moral.

*** La columna va dedicada a una matrona de excepción, doña Carmen Josefina Castillo de Soto, gentil dama antañona, quien celebró el pasado martes 88 hermosos años de vida y sus hijos Hugo, Oswaldo, Alberto, Nelson, Nerio, Oscar, Carmen. Bernardo, Beatriz y Clara se lo celebraron en grande. Carmen J. nació un día de fiesta nacional, 19 de abril,  lo que indica que todo el país se une a la celebración. Me uno a la celebración porque esta madonna, Carmen Josefina, me ha demostrado un cariño increíblemente cierto. Aprendí a admirarla cuando supe de su titánica tarea de levantar a sus hijos al lado de su fallecido esposo, don Oscar Soto, padre ejemplar, a quien también conocí en vida y  quien desde otra galaxia la apoya al frente del timón familiar, pendientes de que sus muchachones aún siendo adultos, no se salgan de la línea de conducta que les ha trazado.

A estas alturas de la vida ¿Qué puedo pedir para la hoy reina de la «Sotera». En la familia ya no hay críos, la mayoría está conformada por personas adultas, de manera que ella puede sentarse y echar una mirada a su alrededor y contemplar con orgullo que cumplió con lo que le correspondió como madre. Entonces pido para ella mucha, pero mucha salud eso es lo que impera en estos momentos, que todas las bendiciones vengan de lo alto. Felicidades Carmen Josefina.

*** Escucho una gaita de Barrio Obrero de Cabimas y aquello es C4. El grupo no deja de protestar y lo mejor es que lo saben hacer, pues no hay insultos a nadie ni nada que agravie a los involucrados. La gaita protesta es limpia y solo cumple con denunciar lo que quien la componga le parezca que no está bien. Hay algo más que soporta a la gaita protesta, el pueblo la acepta porque ve en ella una manera de reclamar sus derechos.

*** Apenas llovió y tres tremendas explosiones me estremecieron la cama. Tres transformadores volaron, uno de ellos envuelto en llamas. Fue en el sector La Arreaga dos jueves atrás por la mañana, cuando un palo de agua corto, pero fuerte inundó toda el área de la avenida Haticos, justamente frente a la planta Ramón Laguna. La que ardió fue por los predios del General del Sur.

*** En anteriores oportunidades les he confesado el pánico que se apodera de mí cuando se me acerca un motorizado. Me sucedió bien temprano el pasado lunes y esta vez la cosa no pasó más allá del susto. Luego de 20 años o más me tropiezo con Ánderson Quiroz, otrora compañero de trabajo en el diario La Columna, él en funciones de reportero gráfico en información general. Después del abrazo de alivio, vino la conversación amena. Ánderson dejó el periodismo e incursionó en el sector empresarial y maneja con su papá una empresa al servicio de la industria petrolera. Quedamos en vernos de nuevo, esta vez sin el susto madre que me dio sin proponérselo.

*** Y mientras espero por la gaita, me sigo alimentando con las mismas de ayer, que en definitiva llegaron para quedarse, sin que se note a la distancia que en algún momento podrán ser reemplazadas. Busco entonces en el panorama musical a un intérprete de música nacional y en estos momentos no hay nadie que esté en el tope y si lo hay, la verdad es que ni el mismo lo sabe. Y mientras eso sucede, la música del otro lado sigue ejerciendo su total dominio y es así como la escuchamos en las casas de familia, chozas, bares, por puesto, buses y busetas a todo volumen y sin derecho a protesta.

*** Cierro con sendas condolencias. El lunes se nos fue Guillermo Romero Nava, exjugador de béisbol profesional con Pastora y Magallanes, firmado por los Filis de Filadelfia como novato, incursionó en el norte un año. Lo vi jugar pelota aficionada con varios equipos en Bella Vista. Fue un ciudadano ejemplar, al extremo de ser nominado jefe civil de la parroquia Coquivacoa, cumpliendo una labor excelente. Envío a su familia mis más sentidas frases de condolencia… Una semana atrás se marchó al más allá el médico Nelson Enrique Valbuena Mora. Una persona excepcional, a quien la caballerosidad lo arropaba y se ponía de manifiesto desde su primera palabra. Mucho consuelo para su esposa Carmen y su hija Maythe. Un abrazo solidario en tan duro momento. Paz al alma de mis dos amigos.

¡Quedó escrito. Epa, ya está. Nos vamos!