Francis Juzga

Francis Juzga
3 de febrero, 2017 - 8:17 am
Francis Luther Blackman / [email protected]

* La cumpleañera de la semana: Celebro cada 4 de febrero a mi manera, como toda la vida, porque en esa fecha y a inicios del siglo XX nació Doña Cata (1902). Hace 25 años se marchó, pero nos dejó una señal especial para saber cuándo está cerca, a nuestro lado. Cada 4 de febrero en Perseverance, nuestra casa materna, se le daba rienda suelta al calipso. Solo en una oportunidad fue interrumpido por un mal momento. Hola madre, mañana, los tres que quedamos brindaremos por ti.

*** Sin comentarios: El filósofo griego Diógenes acostumbraba a recorrer las calles de Atenas durante el día, con una linterna encendida. Cuando alguien le preguntaba acerca de su extraño proceder, respondía: *«Busco un hombre honesto».

*** En cuestión de un mes y medio, el 16 de marzo, la columna Francis Juzga estará cumpliendo cuarenta y nueve (49) años. Como verán, representan toda una vida. La misericordia de Dios ha hecho posible este grato acontecimiento. Creo ser el periodista de planta activo de mayor edad en el país. No he permanecido todo ese tiempo por hermoso ni nada que se le parezca, me siento infinitamente conforme como soy porque fue Dios quien me hizo de esa manera. Soy simplemente su hechura.

*** La falta de respeto se está haciendo presente muy seguido en la Basílica. Un personaje disfrazado va a agradecerle a la Virgen la recuperación de su salud. El personaje ficción agradece en lugar de la persona en sí, que fue en realidad la que se vio mal. Si uno de los actores del elenco de Señoras de Maracaibo se enferma, se recupera de sus dolencias y acude a San Juan de Dios en acto de agradecimiento vestido de mujer, eso sería un sacrilegio. Lo que juzgo sucedió el Día del Deporte.

A propósito de esa fecha, en Cabimas no se celebra el Día del Deporte el 6 de enero, porque también es día de San Benito, el único santo que celebra dos veces. Muy difícil que los deportistas vayan a los actos en su día y dejen de ir a lo del llamado Santo Negro. Cabimas tendrá entonces que señalar su propio Día del Deporte y punto, pero que no sea la víspera.

*** En vacaciones escuchando gaitas deduje, para escándalo de algunos, que no hay generación de relevo en un sector de la gaita. No se espanten, solistas, tamboreros, furreros y charrasqueos y hasta maraqueros sobran. Me refiero al renglón compositor, allí ha perdido calidad la gaita. De la época dorada quedan pocos escritores y los que vienen detrás han desviado el rumbo. Si los compositores no retornan a la raíz de la gaita, las cosas se harán más difíciles.

*** No es extemporáneo, orar por tres amigos que se fueron al más allá. El pasado lunes retorné de mis vacaciones. Quise que nadie me faltara, pero imposible la vida es una neblina que aparece y de pronto se va. Primero se apagó la luz de Heriberto Molina.

Quise disfrutar de mis vacaciones y la anticipada partida de Heriberto hizo desaparecer la alegría con la que planifiqué iniciarlas. Notarán que he diré poco del gaitero, porque de eso habló todo el mundo. Me ocupo de mi amigo hermano, con quien compartí penurias, malos ratos, pues no las contábamos abiertamente. Heriberto, la deuda, el respeto, la admiración y la consideración seguirán siendo tu gran legado, mi herencia. Nada se dice sobre tu traslado a tu tierra natal. Finalmente quiero que sepas que en Maracaibo siguen los lamentos «En casa se larga el forro».

*** Y no cesó la tristeza. Pocos días después nos dijo adiós Oscar García. Lo llamaba como se me ocurriera, «Garza Blanca», «Duro Frío», «Jagüey Seco» o «Ventarrón», su respuesta era la misma, una mentada de película. Paseo por Santa Lucía y observo los lugares en los que solía sentarse. La Sorpresa de Diego Arria o el enlosado de Pa´ Que Luis eran las sentadas obligadas los fines de semana y allí conversábamos de todo un poco. Lo hice uno de los protagonistas de mi libro 4 Íconos de la Zulianidad por cuanto consideré que Oscar García aportó mucho a la cultura histórica de Maracaibo, que vio crecer a su ciudad por la cual se enfrentaba a lo que fuera por defenderla.

*** El tercero fue Héctor Colina, amigo del barrio en Don Bosco, jugamos softbol juntos, fue tremendo pelotero y mejor amigo. Toño Castillo fue el portador de lámala nueva. Vivía en un barrio al noroeste de la ciudad y hacía tiempo que no sabía de su persona. Pienso que los tres llegaron a puerto seguro.

*** Quedo escrito. Epa, ya está. Nos vamos

foto

Esta foto me despaletó todo. Elena (1), Luis (2) y Doña Cata (centro) ya no están. Al fondo los tres que quedamos

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