Francis Juzga

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28 de agosto, 2015 - 1:56 pm
Redacción Diario Qué Pasa

*** Cada loco con su tema. El mío es recorrer, una que otra vez, la avenida 5 de Julio de este a oeste, sobre todo, sábado o domingo por la mañana; lo tenía como un paseo de lo más espectacular, poder movilizarme y a baja velocidad, disfrutando del recorrido, con los semáforos sincronizados y edificaciones vistosas. Mucho tiempo tuve sin hacerlo y el domingo lo retomé y me desilusionó. Apenas pasé frente al Cuartel Libertador me dio terror lo que vi. El espacio al que acudía la familia marabina los domingos por la tarde, a presenciar el arriar de la Bandera Nacional, luce feo, parece una vecindad y no un cuartel que lleva el nombre más glorioso de Venezuela.

Sigo mi paseo y observo edificios descoloridos, supongo que en estos momentos, pintar uno de esas moles debe ser costoso. Lo cierto es que la fealdad se adueñó de la avenida. No vi basura, algo extraño, pero la avenida perdió su esplendor. Las mejoras las vi después de Bella Vista, rumbo a El Milagro, porque las edificaciones son más recientes y conservan colorido, así que me gustaría que alguien me la dibujara, aunque ya me lo imagino: la cueva de un lobo en espera de quien se atreva a pasear por esos lados.

*** Apenas comienza la temporada y la palabra de moda es payola, sinónimo de palangre, pero esta se aplica en la radio. La payola ha sido el daño más terrible que le han causado a la gaita. Colocar un tema, malo, malísimo, seis y hasta 10 veces por el solo hecho de que es pago, el daño es para la gaita, nunca para quien se embolsilla una enorme cantidad de dinero por hacerlo. El payolero llega al descaro de amenazar a los grupos con no colocar sus composiciones, o a ponerlos hasta la saciedad, dependiendo de si pagan o no por surco radiado. En contraparte, la pautan como cuña y allí está el negocio redondo. Así andan las cosas, abriéndole paso a la corrupción gaitera, a la cual muchos se prestan por vanidad, si se toma en cuenta que a la Gaita del Año, al llegar enero nadie la recuerda.

Que un grupo suene puede significar, no lo podemos negar, que le lluevan más contratos, pero si el grupo es malo, sus contratantes de inmediato, cuando interpreten otro tema, notarán que están ante la mediocridad. Hay que tomar decisiones como la de «Chuchín», quien se impuso y en plena tarima, allá en San Miguel, mandó al payolero, el mismo que no le colocó su disco el año pasado, a freír espárragos. Así es como se combate la payola, pregunten a Los Gaiteros de Chuchín, ellos les contarán.

*** Lo considero inevitable, y así quisiera que lo entendieran los lectores. Las notas luctuosas en la columna son el medio con la que a veces cuento para testimoniar mi afecto a las personas. En este caso envío mis condolencias a la familia Valdez Vílchez por la partida de Ángel Valdez «El Gato», a quien siempre llamé «El Tío Pobre» y a quien me unieron nexos filiales. Bohemio, amante del tango y de la música caribeña, extraordinario bailarín, nuestras conversaciones siempre rondaron sobre esos ritmos. Lamentablemente no pude acompañar a sus hijos. No entiendo el silencio que hubo alrededor de su deceso del que me enteré luego del sepelio. Vaya mi testimonio solidario para todos. Que el descanso eterno le sea concedido.

*** Desde Cabimas me enteran de que «Memo» Larreal está acercándose a la Fundación Glorias Deportivas de Venezuela, lo que me parece excelente. De paso me informaron de un apagón que fue de terror y  que se prolongó por espacio de siete horas. El calor casi y que calcina a los cabimeros. Todos al unísono recordaron a Cadafe.

*** Tengo una deuda moral con la familia Villalobos. La muerte de doña Julita, lo supe una semana después, algo increíble si mantuve contacto con su hijo, «Chucho», quien me mantenía al tanto de cómo andaban las cosas. Solo resta el abrazo solidario y las palabras de profundo pesar para una familia descendiente de Jesús «Chucho» Villalobos, propietario de Fonográfica del Zulia, amigo de amigos, quien partió hace años. Paz al alma de doña Julita.

*** Hace dos años recibí una invitación del grupo Salmo 159 para la iglesia La Fe, ubicada en la avenida El Milagro. Me pareció excelente la agrupación. El año pasado no sonó con la misma fuerza por razones que no estoy en posición de explicar, pero me supongo que mantuvo la calidad. Ahora me entero de que lo religioso lo ha enfrentado al universo gaitero, porque hizo una exigencia para actuar en el estadio San Miguel, en el Torneo Intergaitero: Quitar la imagen de la Virgen donde los gaiteros que no son religiosos, ni marianos como muchos pregonan serlo, pegaron el grito al cielo y los rechazaron.

Lo extraño de todo esto es que algunos de los integrantes de Salmo 150, como músicos profesionales que son, han matado tigres con otras agrupaciones el Día de la Bajada de la Virgen y durante toda la Feria. Me pregunto, ¿dónde está la diferencia? ¿O es que dentro del grupo Salmo 150 son una cosa y fuera son otros? Que lo sepan, Dios castiga al hombre de doble ánimo.

Tengo una creencia. «Ninguna religión salva, solo Cristo salva». Me resisto a creer que todo aquel que no se identifique como cristiano, tiene el Infierno asegurado, siendo como es que Dios no hace excepción de personas y a todos, aún con los más cruentos pecados, nos ama por igual, nos ofrece una mejor vida y nos perdona todos esos errores y advierte que nuestras culpas se decidirán en el juicio final, donde será entonces «el llorar y el crujir de dientes». Creo que ellos debieron haber actuado conscientes de que no le estaban rindiendo culto a una imagen que no siente, habla o escucha. No hay mediador entre Dios y los hombres, solo Jesucristo hombre.
Lo mío es en vivo y directo con Dios. Particularmente acepto a María como la madre del hijo de Dios. Ella debió ser una mujer excepcional, desde que fue escogida por la misión más maravillosa del mundo, entendiendo que ella lo llevó en su vientre y ese mérito, ser la madre del Hijo de Dios, no se lo pueden quitar así como así. Lo sucedido voló por todo los predios gaiteros y ningún comentario favoreció a los chamos del grupo Salmo 150. Debieron haber aplicado la política del buen vecino, ya que nadie los obligó, ellos se ofrecieron y debieron cumplir. A todo esto, agrego: Hoy más que nunca las iglesias se acercan y Cristo es la columna vertebral de ese acercamiento que cada día se hace más visible.

*** La reflexión de la semana: La Ternura: La ternura es como un movimiento que nos arrastra hacia un camino repleto de sensaciones y de sentimientos en los que se entremezclan la benevolencia, la aceptación, la calidez y el abandono, pero también la confianza, el estímulo, el asombro y los nuevos descubrimientos. Para seguir este camino, lo único que hay que hacer es abandonar nuestros miedos, dejar atrás los prejuicios y enfrentarnos a todo cuanto pueda depararnos. La ternura es el nacimiento hacia uno mismo, un nacimiento que nos permite penetrar en el maravilloso vientre de la existencia humana.

La ternura no es solamente algo físico. Es una emoción sutil, una mirada de asombro, un movimiento cálido unido para siempre al conjunto de los sentidos. La ternura posee un brillo propio. La ternura es mi mirada de asombro ante todo cuanto me ofreces, es tu mirada de amor ante todo cuanto te doy. La ternura es una palabra o un silencio que se convierte en ofrenda para el que sabe escucharla con confianza, son unos ojos que se convierten en mirada. Para nacer, la ternura necesita del silencio. El silencio que se crea cuando escuchamos lo que dice la otra persona o intentamos participar de sus vivencias y sentimientos. La ternura es algo dulce y lleno de confianza, que circula entre dos personas que se reciben mutuamente. La ternura es un camino que nos conduce hacia la multiplicidad y la abundancia espiritual.

La ternura siempre va unida a una semilla que está a punto de germinar y se hace mayor, paulatinamente hasta llegar a convertirse en artífice de un encuentro. Un aliado de la ternura será nuestra propia actitud para recibir. Cuanto más dispuestos estemos a recibir, más maduraremos en este arte que consiste en aceptar lo que somos y lo que la otra persona significa para nosotros. Nos corresponde a cada uno el descubrirla bajo la fragilidad o las máscaras de las circunstanciales apariencias humanas. «La ternura es una galaxia viajando por el cielo de los encuentros, que nos prolonga hasta las estrellas de la vida». (Jacques Salomé).

*** Me sorprendí y en consecuencia sorprenderé a alguien más. De pronto el martes sin intención, escuché a Alborada 100.9, la FM de la calle Carabobo. ¿Qué me llamó la atención? Todos los días colocan temas inéditos, no le están cerrando el camino a nadie, todos los grupos son bienvenidos, les colocan sus temas, pero estoy seguro de algo. Estoy convencido de que las gaitas malas sonarán dos tres veces por cortesía, pero no más, porque sería hacerle apología a los compositores que no saben dónde están parados y a las gaitas que no lo son. Las que recibo por correo electrónico las escucho una, dos y hasta tres veces y la que me remueva el piso, esa se queda. A la gaita mala la escucho, pero no la disfruto, así de simple, así de sencillo.

Alborada dedica su primera hora, va de 2:00 a 4:00, a las gaitas y grupos nuevos. Confieso que no he escuchado nada que me estremezca, aunque ya llegará. La segunda hora es para ayer y hoy y eso logra el balance que sus manejadores desean. Hasta ahora  la temporada no le está haciendo honor a la gaita, esto en virtud de lo que estoy escuchando. En breve estaré escuchando gaitas desde las 8:00 de la mañana, estoy por recibir la lista de programas para saber cómo movilizarme en el cuadrante.

La semana pasada emití unos juicios sobre el conjunto Sorpresa y uno de sus solistas José Leal, conocido en el ambiente como «Ceuta». Me aseguran que tiene años gaiteando, pero no lo recuerdo en esa época, que se retiró, quizá por el poco apoyo recibido, y que un buen día alguien lo invitó y regresó. Insisto en que es buen solista, de pronto para algunos no lo será, pero en asunto de gustos y colores, ya sabemos todos como es la cosa. Tres días después de lo escrito, recibí un tema suyo dedicado a la Virgen de la Concepción y de nuevo me agradó la vocalización de Ceuta, pero le sentí algo raro al tema al final de cada verso y eso se lo preguntaré cuando nos veamos. Sé que con Sorpresa vendrá con un par de gaitas, Mil Cutrocientos y Gaita Vieja o Gaita de Antaño, y como no las he escuchado, no hay comentarios posibles.

*** Hace meses en conversación telefónica con Ramón Soto Urdaneta le hice la observación de que su programa se estaba encasillando y eso no era conveniente. Ejemplo, el miércoles saladillero no puede colocar solo temas del conjunto Saladillo, porque hubo muchos grupos del sector que sonaron y que merecen ser escuchados. La repetición de surcos se repite con Guacos los viernes. Creo que no hay porque repetir cada semana los mismos temas, la computadora no puede meter en un callejón sin salida al programa. Como es el que escucho, tengo el derecho a todo lo que he juzgado.

El «Ceuta» me luce como un excelente solista, si en la radio lo ayudan o no, ya eso escapa a mis intenciones de que avance.

Foto: Cortesía

¡Quedó escrito. Epa, ya está. Nos vamos!

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