Francis Juzga

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12 de diciembre, 2014 - 1:24 pm
Redacción Diario Qué Pasa

*** Juzgué la situación que se presentó a raíz de la elección en forma apresurada de la Gaita del Año, porque entre otras cosas, acabaron con la temporada, al extremo de que las gaitas clasificadas comenzaron a perder fuerza y poco a poco dejan de radiarlas.

Eso ha traído como consecuencia que las gaitas de años atrás sigan dominando el ambiente y que sean esas las que más se escuchan. Los payoleros no comieron cuento y se olvidaron de las gaitas nuevas. El ponerle punto final a la temporada de esa manera tan abrupta, ha hecho daño en cierto modo.

A cuatro días de haberse promulgado la gaita ganadora, apenas esta era la que seguía sonando, mientras el resto se apagaba lentamente. Eso ha sido siempre así, el frenesí por el premio es efímero, al extremo de que una leve brisa se las lleva a todas. Sepan que muy pocos de las que resultaron gaitas ganadores son tarareadas consecuentemente, por el contrario, están en el pozo del olvido, muy pocas se quedaron para siempre en el gusto gaitero de la gente.

Un grave peligro se cierne sobre la gaita. En medio del fragor de la proclamación de la Gaita del Año, se anunció que se le anexaba otro ingrediente al popular ritmo zuliano, se trataba de que había que bailarla y que para eso estaba la salsa casino. Del salto que di en mi cama en la cual disfruté del espectáculo, casi y que llego a la platabanda. Lo cierto es que hubo suficiente motivo para ello. ¿A quién se le ocurrió semejante barbarie? La danza, la contradanza y el vals zuliano tienen sus compases bailables y se asemejan entre sí, unos más lentos que otros, pero compases al fin, que nada tiene que ver con la salsa. Si quieren recompensar a quienes manejan esa academia, lo pueden hacer, se lo merecen por su aporte al espectáculo, como que lo organizaron en su totalidad, pero de allí a que se pretenda que la gaita se baile como el ritmo de salsa, en una crimen de lesa gaita que ningún zuliano debe aceptar, ni mucho menos permitir. Señores vean bien lo que pretenden hacer. Si no saben nadar no se metan pa’ lo hondo.

*** Bueno lo del concurso de Juan Vicente Gotopo porque se eligen más de 10 y se llega hasta e, 15 como las mejores de temporada, lo que no quiere decir que sea summa cum laude esa elección, pero resulta que la muy ilustre Universidad del Zulia apoya el premio a través de la Facultad de Humanidades y allí se procede a premiar a esas 10 gaitas, sin ánimos de competir con el premio nacional. El asunto de Juan Vicente es A Calzón Quita’o y eso es lo que vale. Ojo, así se llama el programa radial del amigo que por alguna causa no puede vernos ni en pintura.

*** Pago una deuda con tres personas que me encausaron una madrugada y me llevaron hasta la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, la Sagrada Dama del Saladillo. Las hermanas Ruth, Renny y la prima Nelly. Lo hicieron con el mayor gusto y lo recibimos como mucho regocijo. Cinco años después la experiencia sigue viviendo en mi.

*** Luego de seis meses comienzo un periplo por Santa Lucía. Arribo al original A que Luis la Esquina Mayor a la que me invitó Fernando Rodríguez. Me llenó mucho el recibimiento de los parroquianos presentes, sobre todo el de la señora Yamailoren cuyas palabras resultaron de lo más reconfortantes. Cuando me encuentro en situaciones como las brindada por Yama, entiendo que la misericordia de Dios para conmigo ha sido inmensa, infinita, que viene de lo alto, un don de nunca acabar.

*** Dos cumpleañeros y a la vez excelentes amigos. Ernesto Molero, uno que mientan «El Ñapo», a quien nombramos con toda seriedad ministro de a Guachafita…El otro, pertenece a la misma cofradía, Gustavo Villalobos, conocido por los predios de la Martín como «El Mundo», porque no hay manera de hacerlo callar. Vayan hasta el comerciante establecido y el corredor de seguros, nuestras felicitaciones.

*** Testimonio de un lector que mueve a profunda reflexión. Va dirigido a muchas personas: La vejez es la indigencia por excelencia. Tuve la ingenuidad de creer que a vejez nunca llegaría, que nunca e alcanzaría. No poder imaginar este cansancio que me invade desde la cabeza hasta los pies. Cuando resulta imposible hacer las tareas cotidianas, uno se vuelve cada vez más dependiente de los demás.. Entonces hay que aceptar, minuto a minuto, ese estado de incapacidad que aumenta cada día. Sé que dentro de un mes será más difícil que hoy. Esto es muy duro! Nunca viví algo tan difícil, pero reconozco hasta qué punto es saludable. Desde el punto de vista espiritual. Lo importante es en todo caso darle gracias, infinitas gracias a Dios por haberle dado tantos años de vida, siempre y cuando esa vida haya sido dentro de los parámetros de los mandamientos que Dios le impuso al hombre.

Por los momentos lo que debe hacer es dejar todo en las manos de Dios. Me había preparado para la muerte, pero no para la vejez. Había imaginado que mi muerte sería un punto final a mi vida llena de proyectos y actividades. Ahora sé que debo esperar este último momento. Tengo que pasar por la prueba de la gran vejez con las debilidades físicas y la dependencia que ella conlleva. Cuando se siente la presencia de Dios en nuestras vidas, no hay temor ni a la vejez ni a la muerte, las dos son consecuencias de haber vivido y punto.

*** Para morirse de risa. El gran gurú del transporte  público se queja de lo caro que resulta sacar una licencia para conducir, pero nada dice de quienes atracan al usuario cobrando lo que les venga en ganas durante todo el día al extremo que el pasaje llega hasta 25 bolívares ante la mirada complaciente de este caballero que no se atreve a nada. Cuando el Pájaro Azul II se pone con cómicas, sufro lo indecible al asumir la misión de usuario de los autos por puesto porque me despluman así como lo hacen con todo el mundo y a llorar al valle. No hay reclamo posible «porque el carro es mío y sino te gustó, te bajáis».

*** Tengo una deuda moral con César Lugo Villasmil, porque no pude estar a su lado cuando se suponía debía hacerlo luego del fallecimiento de su hermano. Vayan hacia el nuestra condolencias a él y a todo el resto de su familia…

Allá en Caracas en un absurdo accidente de tránsito perdió la vida María Auxiliadora Salazar, hermana de nuestro fraterno Enrique. Vaya hacia él nuestras profundas palabras de pesar hacia el amigo extensible a toda esa inmensa familia…
Me entero por la invitación al acto de sepelio de la desaparición física del maestro Heberto Machado Márquez, a quien conocí hace años en Ondas del Lago y compartió con nosotros en el edificio Torre de la Prensa, donde funcionó Crítica, cuando laboró en Radio Éxitos. Fue maestro de maestros, sus cursos de locución fueron considerados los más sólidos del ambiente de la radio. Vaya hacia sus familiares profundas palabra de pesar. La radio zuliana perdió a uno de sus valores…

En Cabimas se durmió en el Señor, el periodista Pedro Estrada, Cronista de la Ciudad. Tuve poca comunicación personal con él como periodista, pero si supe las veces que no estuvo de acuerdo con toda referencia que en cuanto a Cabimas apareciera en esta columna. El CNP Seccional Cabimas con toda seguridad hizo lo que debía hacer. Nuestras palabras de consuelo para sus familiares y el ruego a Dios por un descanso eterno para su alma.

*** Lo cierto es que cuando tenía dudas con respecto a algo referente a Cabinas, acudía a don Ramón Vílchez «Bericoque», progenitor del eterno campeón Manuel Vílchez. Asistí a los festejos de sus últimos cumpleaños, junto a César Gutiérrez, hasta que ambos se nos fueron dejando un tremendo vacío por la amistad que nos unía.

*** Dos semanas atrás le dije que uno de los miembros del jurado para elegir la Gaita del Año me contó, que les fue fácil eliminar temas que se presentaron al concurso, porque muchas de ellas se parecían. Pero considero que con todo y eso se les escaparon algunas, pues cuando escucho algunas de las mismas no se diferenciar una de otra. El asunto estriba en que algunos compositores pensaron que con retomar la gaita del pasado bastaría, pero como consecuencia de esa inclinación ni aun poniéndose de acuerdo hubieran lograda tal similitud entre una y otra.
También es cierto y lo hemos planteada en anteriores oportunidades, hay compositores que se encasillas en un estilo de tal modo que todo lo que componen es la copia de otra. No vamos dar nombre, ya dije que estamos en diciembre y los malos entendidos en juicios aquí emitidos que produzcan insultos no serán ingredientes de lo que escriba en esta última parte del año. Los abrazos, buenos deseos y mejores augurios tienen la palabra.

*** Tampoco quedé muy satisfecho con la participación de Rafito y Heriberto Molina, ambos amigos de alta alcurnia ética y moral, porque nunca supe de que parte del concurso se  ocuparon ellos, pues la noche final no estuvieron en el jurado para el veredicto definitivo. No hay sombras de dudas con respecto a todos los que asumieron tan delicada misión, de modo que solo intentamos enterarnos de cómo se hicieron las cosas.

*** Recibo el promocional de la Beba Bravo, una danza, Regalo de Navidad, que me llegó bastante tarde por cierto, pero lo que no significa en modo alguno que no me haya gustado, porque la chica sabe cantar y pienso que mejora con el tiempo, en lo que  a interpretar la gaita se refiere. Pedigrí tiene, hija de Chucho Bravo González, «El Bravo de la Gaita» y de doña Deyanira Enmanuels «La Guajira Gaitera», lógico es pensar que debe tener cualidades para ser una buena interprete. Con estos dos apellidos imposible que haya duda.

*** Dónde están y qué hacen. Qué es de la vida de Freddy Macías, no lo he visto desde hace años. Fue el primer director que tuvo el Hipódromo de Santa Rita. Este es un amigo por quien siento un profundo respeto, ¿dónde está y qué hace? Y «Cheo» Beceira, un cantante de ritmos tropicales que no llegó más lejos simplemente porque no quizo hacerlo. ¿Dónde está y qué hace?

Y Ramón Eduardo Áñez, el gran jinete de otrora que se lucio en todos los óvalos del país, dónde está y qué hace?

Y Elio Mavárez, softbolista cien por ciento, expresidente municipal, ¿donde esta y que hace? Dónde se mete para aparecérmele allí y saludarlo. Se saluda a todos en general.

*** El valor de cuatro cauchos para el Pájaro Azul II es más alto que el precio por el cual me lo vendieron. Así como se están robando las baterías de los autos, no sería de extrañar que se inicie el robo de cauchos. Los ladrones saben que les será menos problemático despojar un auto de sus neumáticos, que llevárselo y exponerse a que lo atrape la policía.

Si quieren bailar los ritmos zulianos busquen a personas como los de la gráfica en Santa Lucía

¡Quedó escrito. Epa, ya está. Nos vamos!

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