*** Sigo recibiendo nuevas producciones e insisto en que no todas las gaitas son como quien las compuso y las canta, quisiera y pregonan ser. Converso con la gente del Conjunto Sorpresa y les aseguro que su producción me agradó un mundo, pero que hay fallas en la grabación, pues no escucho ni las charrascas y tampoco los furros, aunque el grupo utiliza tres. Todo parece indicar que los estudios de grabación le ganaron la pelea al furro y su desaparición se está dando en forma escandalosa porque nadie hace algo para defenderlo. No son nuevas las intenciones de acabar con ese instrumento.
Me admiten lo de las charrascas, pero no lo del furro y entonces les pedí me dejaran el beneficio de la duda, ya que me estaban aceptando un juicio sobre un instrumento y negaban el otro. Escucho el disco una y otra vez y mantengo mi tesis. Creo que José Leal «Ceuta» al fin como que encontró puerto seguro, después de pasearse por varios conjuntos sin ligar un tema como Vuelve El Sorpresa escrita por su director Silvino Mármol. Vivo y en Maracaibo, Es mi Madre no la Maltrates, Vivencias de Don Bosco, un tema dedicado al sector de nuestra niñez y juventud, muy bien logrado por cierto por el reconocimiento que se le hace a gente de bien. Definitivamente es una buena producción la del Sorpresa. Ah, ¿y cómo es eso de que este grupo está en su sexta década? El nombre si los tiene, el grupo no, así es la cosa.
*** Ojo con el conjunto Coco Gaita, de Maracay, es buen grupo. Su punta de lanza es herencia, cantada por Carlos Méndez, pero creo que en la producción hay temas más fuertes, es cuestión de gusto nada más y esa es mi impresión. La Oración a la Chiquinquirá es un poema. El grupo estuvo en Maracaibo el pasado fin de semana y actuó en el Inter Gaitero de Softbol.
*** Mis condolencias al amigo periodista Gustavo Ochoa por la sensible pérdida de su progenitora Ramona Guijarro de Ochoa. Vayan mis plegarias para que la luz brille mucho para ella en su viaje al lado del Buen Pastor. Paz a su alma.
*** La honestidad: Se cuenta que allá para el año 250 A.C., en la China Antigua, un príncipe de la región norte del país estaba por ser coronado emperador, pero de acuerdo con la ley, él debía casarse. Sabiendo esto, él decidió hacer una competencia entre las muchachas de la corte para ver quién sería digna de su propuesta. Al día siguiente, el príncipe anunció que recibiría en una celebración especial a todas las pretendientes y lanzaría un desafío. Una anciana que servía en el palacio hacía muchos años, escuchó los comentarios sobre los preparativos. Sintió una leve tristeza porque sabía que su joven hija tenía un sentimiento profundo de amor por el príncipe. Al llegar a la casa y contarle de esto a su hija, se asombró al saber que ella quería ir a la celebración. Sin poder creerlo le preguntó: «¿Hija mía, qué vas a hacer allá? Todas las muchachas más bellas y ricas de la corte estarán allí. Sácate esa idea insensata de la cabeza. Sé que debes estar sufriendo, pero no hagas que el sufrimiento se vuelva locura» y la hija respondió: «No, querida madre, no estoy sufriendo y tampoco estoy loca. Yo sé que jamás seré escogida, pero es mi oportunidad de estar por lo menos unos momentos cerca del príncipe. Esto me hará feliz».Por la noche la joven llegó al palacio. Allí estaban todas las muchachas más bellas, con las más lujosas ropas y con las más hermosas joyas. Entonces, el príncipe anunció el desafío: «Daré a cada una de ustedes una semilla. Aquella que me traiga la flor más bella dentro de seis meses será escogida por mí, será mi esposa y futura emperatriz de China».
La propuesta del príncipe seguía las tradiciones de aquel pueblo, que valoraba mucho la especialidad de cultivar algo, sean: costumbres, amistades, relaciones, etc. El tiempo pasó y la dulce joven, como no tenía mucha habilidad en las artes de la jardinería, cuidaba con mucha paciencia y ternura de su semilla, pues sabía que si la belleza de la flor brotaba como su amor, no tendría que preocuparse con el resultado. Pasaron tres meses y nada brotó. La joven intentó todos los métodos que conocía, pero nada había nacido. Día tras día veía más lejos su sueño, pero su amor era más profundo. Por fin, pasaron los seis meses y nada había nacido. Consciente de su esfuerzo y dedicación la muchacha le comunicó a su madre que sin importar las circunstancias ella regresaría al palacio en la fecha y hora acordadas solo para estar cerca del príncipe por unos momentos. En la hora señalada estaba allí, con su vaso vacío. Todas las otras pretendientes tenían una flor, cada una más bella que la otra, de las más variadas formas y colores. Ella estaba admirada. Nunca había visto una escena tan bella. Finalmente, llegó el momento esperado y el príncipe observó a cada una de las pretendientes con mucho cuidado. Después de pasar por todas, anunció su resultado. Aquella joven con su vaso vacío sería su futura esposa. Todos los presentes tuvieron las más inesperadas reacciones. Nadie entendía por qué él había escogido justamente a aquella que no había cultivado nada. Entonces, con calma el príncipe explicó: «Esta fue la única que cultivó la flor que la hizo digna de convertirse en emperatriz: la flor de la honestidad. Todas las semillas que entregué eran estériles».
Maravilloso relato, ¿no? En tiempos donde lo importante parece ser los resultados, los logros, lo visible, cultivar el valor de la honestidad parece un valor perdido… Somos capaces de inventar los más variados argumentos para excusarnos, por no decir «me equivoqué, tienes razón, no sé acerca de esto». Opinamos sobre todo, juzgamos a todos… la «viveza» se ha convertido en un valor, encubriendo la mentira, el engaño, la falta de honestidad para con nosotros mismos… La verdad, la sinceridad, la humildad… no son virtudes exacerbadas en las caricaturas para niños, ni en la publicidad para adultos. Hemos confundido el significado de la palabra éxito. Sí he terminado mi día siendo leal a mí mismo, sin traicionar mis creencias y mis sentimientos, sin dejar de ser quien soy para quedar bien u obtener resultados… ese ha sido un día de éxito. Puedes hacer de este, un día exitoso… de ti depende. «La vida consiste en descubrir las cosas que realmente son importantes».
*** Un solista invitado, puede costar al grupo que lo haga, hasta 50 mil bolívares por grabar un tema. Nadie del mundo de la gaita se imaginó que alguna vez esta situación se daría, pero es así. Le hacemos el planteamiento a quienes buscan avanzar contratando a un solista que no los acompañará durante le temporada. Esto les traerá problemas porque cuando el público les pida que interpreten esa gaita, entonces apelan a otro solista que no lo va a superar y por allí comienzan a colarse los problemas. Los solistas invitados son los que económicamente están mejor establecidos en estos momentos.
*** Otra bella reflexión: Un antropólogo propuso un juego a los niños de una tribu africana. Puso una canasta llena de frutas cerca de un árbol y les dijo que aquel que llegara primero ganaría todas las frutas. Cuando dio la señal para que corrieran, todos los niños se tomaron de las manos y corrieron juntos, después se sentaron juntos a disfrutar del premio. Cuando les preguntó por qué habían corrido así, si uno solo podía ganar, le respondieron: Ubuntu ¿cómo uno de nosotros podría estar feliz si todos los demás están tristes? Ubuntu, en la cultura Xhosa significa: «Yo soy porque nosotros somos».
El sacerdote misionero franciscano padre Jorge Bender (argentino) en su libro África no me Necesita: Yo necesito de África, en la página 64 explica el término ubuntu: «Si lo queremos traducir a nuestra lengua podríamos decir: «Humanidad hacia otros; soy porque ustedes son, una persona se hace humana a través de las otras personas; una persona con ubuntu, explica el sacerdote, es aquella que se alegra cuando otro es bueno en algo, cuando tiene destreza porque piensan que todos se benefician con esto, todos son más. Muchas tribus piensan que cada persona decrece cuando otras personas son humilladas o menospreciadas, cuando otros son torturados u oprimidos».
Ojalá que nos contagiemos un poco de este concepto de la ética africana y de este modo de pensar para superar el individualismo en que vivimos.
*** Samuel Portillo Valladares, —otro de mis hermanos blancos— es hombre salsa a tiempo completo. Me plegué al ritmo en la década de los setenta gracias a Víctor Prada Vallés, otro cultor de la salsa, lo conocí. Desde entonces esa amistad está dejando huellas profundas porque ha estado enmarcada dentro de la lealtad, la honradez y todas las cosas buenas que un ser humano debe exhibir.
Gracias a él conocí al Padrino Heberto Inciarte, cuando hacían el programa Los Santeros y su Música en Radio Popular, tiempos de El Bodegón y el diario Regional del Zulia. Ha pasado el tiempo y «El Sammy» se mantiene como el número uno de la música caribeña. Todos los días se deja escuchar de 2:00 a 3:00 a través de Líder 95.3, emisora tan cerca de su hogar que hace el recorrido a pie, donde nos brinda su espacio El Swing de Sammy. De allí sale «espitado» hacia Alborada 100.9 donde de 4:00 a 5:30 de la tarde nos deleita con Nuestra Cosa Latina. Remata los sábados en Radio Popular AM de 9:00 a 10:00 de la mañana con Los Santeros y su Música. Sumando, son diez y ocho horas semanales en las que «El Sammy» nos ofrece salsa, salsa y más salsa, Añadamos a todo esto, los profundos conocimientos que tiene sobre la materia. Lo escuchó por ráfagas por las tardes cuando ando en el «Pájaro Azul 2», pero los sábados es boche clavao. Gracias Samuel por tan ricos momentos musicales.
*** Lula López nos adelantó como cantará dentro de algunos años. El tema que grabó con Los Pájaros Rojos es de impacto y pese a que su intervención no es como solista, lo poco que hace la convirtió en la protagonista de una gaita que estará sonando más de lo que ella misma esperaba. Lula es una de las divas de la gaita, su voz mejora con los años, siempre ha sido una profesional por toda la línea. Esa disciplina ha sido factor determinando para que terminara imponiéndose como una de las mejores del mundo de la gaita.
*** Creo que Gladys Vera se había hecho la idea de que ya nadie se acordaba de ella. Pero el aplauso que recibió el pasado lunes, quizá la hizo aterrizar a la realidad. Ella sigue siendo la reina eterna de la gaita, que nadie lo dude. Creo igualmente que la ovación superó la que le brindaron hace años en el Teatro de Bellas Artes, cuando presentó, junto a Jhonny Belmonte, la Suite Gladys Vera Perpetuom. Si aquella noche fue maravillosa, lo del pasado lunes, la disfrutamos por la TV, rebasó todo los límites de lo grandioso, lo colosal. Feliz cumpleaños a mi reina.
*** Saber leer es muy importante para un locutor. Es una especialidad que le alabé a muy pocos y a cuya lista debo agregar a Gerardo Suárez, quien exhibe una capacidad de lectura destacada y eso se lo ponderamos. Locutores que son buenos lectores ante el micrófono son pocos. Los buenos lo son en todo el sentido de la palabra.
Quedó escrito. Epa, ya está. Nos vamos.
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