FRANCIS JUZGA

21 de febrero, 2014 - 2:26 pm
Redacción Diario Qué Pasa

*** Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres, más Dios conoce vuestros corazones (Lucas 16-15).

*** Partió hacia el encuentro con el Señor, Simón Díaz, el «Tío Simón» de niños, jóvenes y toda Venezuela. Más que al artista, quiero destacar al hombre, al ser humano, al hijo de Dios, el venezolano que tendió su mano amiga a todos, quien brindó su palabra de aliento sin mirar a quien, la persona que se condolió de todos, de todas las maneras que podamos imaginar. El artista claro que es inmenso, colosal, pero la persona lo supera, porque su buen corazón estuvo siempre más allá de sus canciones. No hay tal muerte, sus canciones estarán allí para siempre y en ellas estaremos escuchando al ciudadano íntegro, al buen patriota, al excelente venezolano. Paz a su alma.

*** Rindo homenaje a la memoria de José Ángel Huerta, autor de dos gaitas emblemáticas, cantadas por su hijo Hugo.  Madre Zuliana: «Me da desesperación/ esta pelea entre hermanos/ me duele en el corazón/ me duele en el corazón/ porque soy venezolano/». Otra es Clamor que dice: «Hasta cuándo nos matamos en esta tierra bendita». ¿Será que no hay conciencia para ponerle fin a una situación que en nada beneficia? Que se miren en estas composiciones los enemigos de la gaita protesta.

*** Alegre por haber recibido llamada del colega Alonso Díaz, reportero gráfico de la vieja escuela con quien compartí responsabilidades en Crítica, como corresponsal que fue de ese diario en Cabimas. Alonso requiere la palabra de aliento, la visita oportuna que ya está cuadrada con el compa Al Castro y mi representante legal, Enrique Salazar. Ambos están organizando el día y hora en que estaremos en la urbanización Hollywood. Mientras tanto, ánimo Alonso, te ponemos con nuestras oraciones en manos de Dios, él ya tiene listo el plan que te resolverá todos tus problemas.

*** Seguimos. Se entiende que los directivos del Instituto Municipal de la Gaita son empleados de la Alcaldía y devengan un sueldo. En Cabimas la situación no es diferente y no se puede cuestionar una situación legal. Pero sí puedo opinar de otras cosas, por ejemplo, no se puede hacer creer que los niños van a aprender más sobre la gaita, porque los instructores se encargarán de ello. Por favor, entienda que el único instrumento académico de la gaita es el cuatro, los otros se aprenden de oído, los instrumentistas se hacen a sí mismos, y me pregunto ¿Quién enseñó a Chinco Rodríguez, a Bernardo Bracho, a José «Bambaíto» Guzmán o Alberto Silva a gaitear? Los poetas se encargan de crear sin necesidad de que haya que «fabricar» nuevos, como propuso alguien por allí. Los promotores deben limitarse a impartir en las escuela lo que ellos saben y aprendieron por sí solos. Los niños zulianos aprenden a tocar la tambora, la charrasca y el furro, y los autodidactas del cuatro terminan por ser estudiosos del mismo en su condición académica. Los instrumentistas gaiteros son natos y aprenden con tan solo ver actuar a otros. Seguiremos atentos a la marcha de instituto porque me considero con derecho a defenderlo.

*** Miguel Ordóñez renunció en forma irrevocable a su condición de director del Museo de la Gaita. Indagué y supe que la salud de Ordóñez «El Poeta Sencillo» no es todo lo sólido que se quiere, y que esto conduce incluso, a irse de Pdvsa. Creo que hay algo más que todo lo dicho y tiene que ver con la forma cómo se viene manejando a la gaita, de allí la decisión.

*** Tras la celebración del Día de la Amistad y el Amor, recibo una serie de comentarios de diversos matices. Los comparto con ustedes: Por todos los medios, cásate. Si tu mujer es buena, serás feliz. Si tu mujer es mala, serás un filósofo. (Sócrates)… Yo me casé con doña «Tengo Razón», solo que no sabía que su apellido era «Siempre»…. ¿Sabes qué hice antes de casarme?, lo que quería. (Henny Youngman)… Después del casamiento, marido y mujer se vuelven caras de una misma moneda, no pueden verse, pero siguen juntos (Herman Joshi)… Las mujeres nos inspiran grandes cosas y no nos dejan conseguirlas. (Dumas)… Recientemente leí que el amor es una cuestión de química, debe ser por eso que mi esposa me trata como si fuera un desecho tóxico. (David Bissonette)… Crucé unas palabras con mi mujer, y ella cruzó unos párrafos conmigo. (Anónimo)… No me preocupa el terrorismo, estuve casado por diez años (Sam Kinison)… Ya hace 18 meses que no hablo con ella, y es que no me gusta interrumpirla… Dos secretos para mantener vivo el matrimonio 1. Cuando estés errado, admítelo. 2. Cuando tengas la razón, cállate. (Nash)… Algunas personas nos preguntan el secreto de nuestro largo matrimonio.

Nos reservamos tiempo para ir a un restaurante dos veces por semana. Luz de velas, cena, música suave y baile. Ella va los jueves y yo los viernes. (Henny Youngman)… La manera más efectiva de recordar el cumpleaños de tu esposa es olvidarlo una sola vez (Anónimo)… Una buena esposa siempre perdona a su marido cuando está equivocada. (Milton Berle). El matrimonio es una relación entre dos personas, en la que una siempre tiene razón y la otra es el marido… Las exesposas te tratarán el resto de tus días como si aún lo fueran (Oscar Saidon)… Siempre que salimos mi mujer y yo, caminamos tomados de la mano, si la suelto, se pone a comprar… Ella tiene una batidora eléctrica, una tostadora eléctrica, una máquina de hacer pan eléctrica, un día me dijo: «Caramba, tenemos un montón de aparatos eléctricos y no tenemos nada para sentarnos…», pensé comprar una silla eléctrica, desgraciadamente me contuve… Mi esposa y yo fuimos felices por veinte años, después nos conocimos. (Rodney Dangerfield)… Cuando un hombre te roba tu mujer no hay mejor venganza que dejar que se la quede. (Sacha Guitry).

Tengo que admitir que nuestra última discusión fue culpa mía. Cuando ella me preguntó: —«Qué estás viendo en la tele…?». Yo le contesté: «Bastante polvo. Deberías limpiar»… Un día se estropeó nuestra cortadora de césped (eléctrica). Mi mujer me colmaba la paciencia dándome a entender que yo debería arreglarla. Por mi parte, siempre acababa teniendo otras cosas más importantes: lavar el coche, hacer un informe, en fin, lo que para mí parecía más importante. Un día ella encontró un muy sutil modo de convencerme: cuando llegué a casa, me la encontré agachada en el césped, que estaba muy alto, recortándolo con su tijerita de costura, eso me llegó al alma, me emocioné y decidí entrar en la casa y volví después de unos minutos, llevándole su cepillo de dientes. Se lo entregué y se me ocurrió decirle: «cuando termines con el césped, podrías también barrer el patio». Después de aquello, no me acuerdo de nada. Estoy en blanco. Los médicos dicen que volveré a caminar, pero que cojearé el resto de mi vida!!!…

La gran pregunta… que no he podido responder es… ¿Qué quiere una mujer? (Sigmund Freud).

*** El programa Mi Vieja Discoteca inició el año con fuerza. La intervención de Fernando Molinares es de suma importancia, porque lo que aporta es de primera. El conocimiento sobre artistas y orquestas es extraordinario.Para una persona que tiene 93 años de existencia, es un legado de Dios poder disfrutar de su sapiencia, de sus conocimientos, de lo mucho que nos puede enseñar. El programa en sí se las trae.

Escuchamos una canción y de inmediato afloran los recuerdos, inclusive, de cuando acudíamos a la escuela, al pasar por una esquina y escuchar en una rockola un disco y la voz de un cantante que prende la chispa del recuerdo. Los domingos de diez a doce es para recordar, confieso que lo disfruto y el trabajo en la redacción se me hace apacible. Gracias a Gerardo Suárez, Emerson Tudáres, Antonio Chávez y a don Fernando por tan grato rato.

*** El cumpleañero de la semana fue César Lugo Villasmil. Primero atleta, luego dirigente y sobre todo amante de la música de los años pretéritos, de la cual disfrutamos en su casa de habitación. Hablamos del tango, del bolero, de las dos orquestas Billo′s, de la guaracha, la salsa y el merengue. Ninguno de los invitados mencionó al ritmo innombrable. Felicitamos a César y luego de observar su discoteca dijimos: «al César lo que es del César»… El otro cumpleañero fue Cheo Bravo, uno de los buenos guaracheros del patio, y quien con Los Master′s dictó cátedra durante muchos años. Hay una invitación pendiente en los predios de La Revancha y en consecuencia, nos mantenemos alerta.

*** Entienda el porqué el pavor a la tercera edad, a los dorados años sesenta, cuando el diente miente, la cana engaña, la arruga desengaña, pero el pelo en la oreja, no deja dudas. Si usted ya llegó a los 60 años o está por llegar, cuídese de todo, de todos y de todas. ¿Le han contado el cuento de que usted está en su mejor edad? ¡Patrañas! Eso fue a los 30 y a comienzos de los 40, cuando repetir de todo no solo no hacía daño, sino que era posible y hasta motivo de orgullo y de jactancia.

Pero a los 60 «repetir» es palabra prohibida. Veamos: ¿Repetir matrimonio? ¿Con qué y a qué hora? ¿Repetir frijoles? ¿Y los gases qué? ¿Repetir el acto sexual? Será dentro de una semana (con suerte). Después de los 60, no hay vuelta posible: ¿Volver a empezar? ¿Con qué tiempo? ¿Volver a ser papá? ¿Y las desveladas y agachadas? ¿Fiestas hasta que amanezca? Muerte súbita. ¿Volver a trotar? Infarto seguro. ¿Volver a nadar? Será flotar. ¿Volver a cantar? Te ahogas ¿Beber como antes? Ahí viene la cirrosis.

Después de los 60 todo es grave, de cama, de muerte. Un catarro es una bronquitis. Un resfriado, es una neumonía. Un barrito, es cáncer. Una tos, es tisis. Un golpe, es un hematoma. Un chicharrón, es diente perdido.
A partir de los 60: ¿Un dolor de cabeza? Es un derrame. ¿Un dolor en el pie? gota. ¿Dolores en las manos? artritis. ¿Un olvido absurdo? Demencia senil. ¿Una tiritada por frío? Es Parkinson. ¿Un estornudo? tuberculosis. ¿Una oclusión intestinal después de los 60? cáncer de colon. ¿Sed? diabetes. ¿Una libra de más? Retención de líquidos! Una libra de menos… ¿será leucemia?

A los 60, lo que no crece se cae o no funciona igual. Se cae el pelo en la cabeza, pero crece en la barbilla, en las orejas, en la nariz. Los brazos se vuelven gelatina. A los 60 todo es peligroso: sonarte fuerte, es hemorragia nasal. Visión borrosa, cataratas. Cera en los oídos, otitis. Insomnio, es ataque depresivo. Si después de los 60 usted se despierta y no siente nada, es porque ya se murió…

Quedó escrito. Epa, ya está. Nos vamos.

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