Francis Juzga

7 de febrero, 2014 - 6:22 pm
Redacción Diario Qué Pasa

*** En cuestión de mes y medio, esta columna estará arribando a cuarenta y seis (46) años de vigencia. Se editó por primera vez el 16 de marzo de 1968. Todo esto ha sido posible por la gracia de Dios. Pero ya tendré tiempo de hablar sobre esto que  me inunda el alma de profunda satisfacción.

*** Lo que les ofrezco a continuación se convirtió en una imperiosa necesidad, es una confesión pública dirigida a quienes me conocen, a quienes me han oído mencionar y aún a aquellos quienes no saben que existo. No soy asiduo al uso de las llamadas redes sociales porque comúnmente pierden su condición por cosas sencillas como esta, las vulgaridades que emplean algunos usuarios en sus mensajes, incluyendo damas, no las digiero. Le he llamado la atención en ese sentido a quienes en la familia lo hacen y llego más allá, no hay nada más grotesco que escuchar a una dama echando sapos y culebras por su boca hasta en la más simple conversación.
Abrir un correo, sobre todo en Facebook no me hace seguidor de nadie en absoluto. Advierto, no soy santurrón, ni se me ocurrirá serlo, no estoy apartado del mundo y eso no significa que sea mundano, trato de mantenerme lo más cerca posible de la decencia y las buenas costumbres, sepan que sí me preocupa lo que la gente pueda pensar con respecto a mi persona, la opinión que se formen de mí es de mi total interés y en razón de ello me cuido de muchas cosas. Quien me estime, exímase de ese tipo de envíos y si lo hace no me cuente entre sus seguidores, se lo agradeceré.

*** La sentencia del juez en el caso Cardenales a mi juicio fue la decisión más salomónica que he visto en los últimos años, algo así como para que nadie se moleste, complaciente. Creo que debió haber una definición, fuera la que fuera, pero solucionar el pleito. Si el juez de la causa hubiera citado a quienes desfilaron por Cardenales, como sugerí una vez, las cosas quizá, digo yo, hubieran sido distintas. Debieron declarar aquellos que me llamaron alguna vez para pedirme que no los mencionara en la columna, porque los comprometía, esos mismos que sabían lo de la existencia de un documento el cual mantuvieron oculto durante veinte largos años, con manifiesta mala intención que el final dio paso a la sentencia, porque Tito Suárez, ignoraba la existencia de ese documento, y en consecuencia no pudo haber registrado nada, de modo que eso lo perjudicó notablemente.

Como quiera que no soy abogado, hasta donde alcanzo a interpretar, demandante y demandado, los dos grupos con nomenclatura diferente, pueden seguir actuando. Se asegura que Pedro Suárez recibió dinero, por una oferta de compra-venta, pero no hay documento alguno que lo compruebe y eso también pesó al asunto. Presumo que no hay nada que celebrar, las dos organizaciones y todas las que quieran utilizar el nombre Cardenales lo podrán hacer, pero eso sí, debidamente diferenciados a partir de la palabra Cardenales. Todo parece indicar que el litigio que dura cinco años llegó a su final.

*** Siguen mal parados quienes insisten en hacer creer que la gaita anda mal y su final se acerca. Definitivamente «la gaita no ha muerto ni morirá». Prueba de ello fue el extraordinario festival Entre Gaitas y Gaiteros que se celebró el pasado sábado en el teatro Lía Bermúdez. Todos los elogios del mundo para su menor Heberto Áñez, quien se apartó de las intrigas que amenazaron con estrangular a la gaita a causa de los premios, la fatídica gaita del año, que lo que hizo fue sembrar odio en el ambiente. Este premio  marcó otra diferencia. No sabemos qué le entregan a los ganadores, pero lo genial de la idea es que no participan grupos locales, o sea, «mataron la culebra por la cabeza», acabaron con las intrigas, dimes y diretes y salvaron a la gaita de ignominia, del desprestigio.

Un grupo de Trujillo llamado Los Monarcas se llevó el primer lugar con la gaita Yo Soy Así. La representación del estado Miranda fue su escolta con el tema La Boda de Un Gaitero y de paso también ganó el renglón Grupo más Popular. Moraima Gutiérrez, Neguito Borjas, Betulio Medina, Miguel Ordóñez y Jorge Polanco conformaron el jurado del evento.

Sembrar la gaita en todo el país es el propósito, muy noble por cierto, de Heberto Áñez con su institución Entre Gaitas y Gaiteros. La oportunidad de que surjan compositores en otras regiones del país suena saludable, de manera que siguen quedando mal parados quienes sustentan el criterio de que esto se acabó, No si así es. Si Luis.

La gaita siempre ha tenido detractores. No concibo a un zuliano que no le guste nuestra máxima expresión folclórica, pero es así y contra eso no se puede hacer nada. Recuerdo que en la sede de los estudios de grabación siempre había quien se ofreciera a los grupos para servirles como instrumentista en las grabaciones. Como consecuencia de ello, estos grupos en el disco eran una cosa, sonaban fenómeno y en vivo se convertían en un desastre, porque en verdad eran un grupo más. Los grupos femeninos no escaparon a esta situación. Lo que sí se sabía era que esos instrumentistas no miraban para los lados a la hora de un vente tú.

*** Me satisfizo mucho haber recibido la llamada de Dámaso González desde Cabimas. Hemos compartido buenos ratos desde los años setenta, cuando Gran Coquivacoa irrumpió con fuerza en Maracaibo y él era animador del grupo, amén de corista. Me contactó para invitarme al gaiterazo realizado el pasado sábado en el estadio David Romero de Miraflores. El evento fue organizado por el Instituto Municipal de la Gaita del cual él es directivo. Actuaron los grupos: Gaitas Golpe Añejo, Grupo Klace, Revelación 2000, Gaiteros de la Unermb, Alama Gaitera, Ensamble Iamgaicab.

*** Antes el instituto había ofrecido una rueda de prensa en la que informaron la fundación de la Escuela Comunal de la Gaita Valmore Rodríguez, ubicada en La Montañita y también la creación del Premio Barroso de Oro, galardón que se acreditará a quienes destaquen como cultores de la música zuliana en Cabimas. De igual manera me enteró que en lo deportivo la cosa fue entre los equipos Músicos de Ciudad Ojeda, Imdec, Bomberos de Cabimas, Policabimas y Iamgaicab. Concluidos la parte deportiva, entonces la gaita se apoderó del ambiente.

Pero debió haber más, estimado Dámaso, ¿qué de la parte social, que planes hay para la atención integral de la gaita y el gaitero? Esos pequeños detalles son los que en definitiva darán importancia a la labor que comienzan a realizar. Te insisto en lo de la tarima en el Paseo Costanero o en la Plaza Bolívar, una vez la culminen, dándole facilidades a quienes de todos los lugares de Cabimas quieran escuchar gaita. Epa, no vi a Marina Prieto en la foto, sí a Gladys Arandia, las dos chamas valen oro a la hora de trabajar por la gaita. Debo la visita, que debe ser en breve, ah y por favor Dámaso, no te metas con el frasco. No olvides que me considero parte de ese proyecto. Para contactos allá está Enrique Salazar, mi representante por aquellos lares.

*** A Ronald Rodríguez Vargas lo conocí cuando visitó Crítica para anunciar la organización de los Juegos Inter Clubes Sociales, allá en los inicios de la década de los años 70. Desde entonces congeniamos. Tengo el enorme derecho de señalar que le inyecté el gusanito del periodismo, cuando me preguntó por el trabajo que realizaba en ese momento. ¿Quiéres escribir? le pregunté, le dije que me narrara qué había hecho el día antes y allí, al sentarlo frente a mi Underwood nació un periodista. Lo cierto es que primero se graduó de abogado y luego de comunicador, me siento más que orgulloso de haber sido parte de esa decisión que lo ha llevado a convertirse en una referencia periodista en el ambiente.

Ronald me escribe: Épale, gracias por enviar la columna. Celebro tu vitalidad y energía. Caminastes que jo… por lo que leo: eres un corajudo. Celebro doblemente que como pocos en ese ir y venir por las calles de media Maracaibo, los amigos de lo ajeno no te hayan fastidiado. Por otro lado, ya estoy más tranquilo y tengo una mejor comprensión del tema (se refiere a la gaita): Pasa que las de antes eran mejores por los instrumentistas y la instrumentación. Resulta que las de ahora no lo son tanto, de hecho no se quedan en la memoria colectiva, no por melosas y facilonas, sino por la falta de uno u otro instrumento en su base rítmica. Mi Ranchito, que como apuntas sacó lágrimas en México por apenas citar una, y para ilustrar mi punto, parece que no tiene nada de lo que acotas y sin mucho de lo que echamos en falta hoy. Arrieros somos y en el camino andamos. Un abrazo.

*** Respondo a Marcos Rangel, uno a quien mientan Tololo, quien asegura estar molesto por nuestro juicio en cuanto a Diomedes Dionisio Díaz, que en paz descanse. Su molestia fue de tal magnitud que me tildó de «traidor» y dijo sentirse ofendido, más que el señor que se fue de este mundo y hasta que su propia familia. El amigo da su vida por tener la nacionalidad colombiana y se lo respeto, al igual que lo hace con su avidez por el ritmo vallenato, tolerancia que llaman. Hasta allí todo está bien, el difunto como artista ciertamente llenó espacios, pero dejó mucho que desear como persona. No se puede pretender tapar el sol con un dedo. El artista y la persona deben ser un solo individuo, «me comporto tan bien como canto», no puede ser diferente. Nos vemos en El Bohío de la Zulianidad.

*** Me aseguran que el sesenta por ciento de los agentes de policía son propietarios de automóviles, algo a lo que tienen derecho como ciudadanos de este mundo. Unos los utilizan para taxear debido a que su sueldo no les permite descansar en sus horas libres. Hay un departamento que llaman Asuntos Internos que es en todo caso quien debe estar al tanto de cómo vive el policía zuliano.

*** Se acerca la ceremonia de la Subida de los Furros y un breve descanso que no es tal por cuanto las musas andan revoloteando por allí, hay muchas gaitas escritas, viene Carnaval y luego la mal llamada Semana Santa, que se ha convertido en un verdadero Carnaval, y todo se paraliza. Para finales de abril ya se comenzará a escuchar el rodar de los rumores gaiteros, sobre todo de aquellos que no componen si no que primero salen de cacería, fusil en mano. Todos los gaiteros saben a qué me refiero.

*** ¿Habrán cambios en la directriz del Instituto Municipal de la Gaita de Maracaibo? Rumores hay y me parece que sería más que saludable un cambio para evitar la rutina, que de paso a la desidia y el descontento.

*** Quedó escrito. Epa, ya está. Nos vamos.

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