Visión ambiental de Maracaibo 2029

1 de diciembre, 2013 - 1:46 pm
Redacción Diario Qué Pasa

A nivel mundial tenemos que en el globo terráqueo conviven 7.000 millones de personas y para 2029-2030, estaremos llegando a 8.500 millones de humanos, de los cuales más del 50%, es decir 5.000 millones de seres, habitarán las ciudades. Esto significa que debemos tener una perspectiva holística de riesgo urbano, producto del crecimiento demográfico.

A pesar de que la ciudad genera un proceso de resiliencia, es decir, tiene capacidad de respuesta para revertir o minimizar las agresiones urbanas, a las cuales es sometida permanentemente por los ciudadanos, se requieren programas de concientización y desarrollo del sentido de pertenencia de sus habitantes. Dentro de los componentes urbanos, tenemos el aspecto ambiental, que es donde se reflejan todas las actuaciones que a diario aplicamos en nuestras rutinas cotidianas.

Tenemos que ver la ciudad bajo términos ambientales, como un sistema de producción, distribución, consumo y emisión de residuos, producto de las malas prácticas sociales ambientales de sus pobladores. Los riesgos ambientales en las ciudades son causados principalmente por los estilos de vida, la sobreutilización de los sistemas urbanos y el crecimiento urbano no planificado de manera adecuada. En el riesgo urbano no solo se ve afectado el ambiente, sino también las personas que habitan en él. Para ello debe haber un desarrollo sostenible, el cual debe satisfacer las necesidades del presente, sin poner en peligro a las generaciones futuras.

Revisando las ciudades más ecológicas del 2013, tenemos a Reikiavik (Islandia), Vancouver (Canadá) y nuestros vecinos Curitiba (Brasil) y Bogotá (Colombia), entre otras. Pero resulta interesante revisar el denominador común de estas urbes. Poseen un marco legal en materia ambiental, plenamente definido y, además, la aplicación permanente de programas y campañas de cultura ambiental, es decir, educación ambiental para crear el sentido de pertenencia y respeto por el ámbito territorial que habitan. Son muchos los tópicos que se deben trabajar a nivel educativo, para los niños, jóvenes y adultos, pero los básicos son iniciativas sostenibles en el transporte local, número de zonas verdes, naturaleza y biodiversidad, calidad del aire, contaminación acústica, producción y gestión de residuos, tratamiento y gestión de aguas residuales, eficiencia energética, innovación ecológica y gestión ambiental integrada.

En este momento, donde los ciudadanos son hiperactivos en las redes sociales y gozan de un privilegio que es la ubicuidad, que les permite realizar diversas actividades en lo social, económico y educativo, de manera simultánea, resulta muy fácil lanzar campañas de concientización y formación de cultura y educación ambiental.

Por esta razón, el verdadero reto de nuestras ciudades y sus dirigentes urbanos, pasa por activar a esta ciudadanía hiperconectada y aprovechar lo mejor de los rasgos de la emergente cultura on line, que es creativa, generosa, participativa y curiosa hasta el exceso, despertando y activando los sentimientos de regionalismo y coresponsabilidad de la emergente generación de «digizens» o ciudadanos digitales.

Si nos bajamos de este avión ecológico y aterrizamos en nuestro municipio, tenemos que las condiciones para tener una Maracaibo 2029 totalmente ecológica están dadas. Tenemos maracuchos digitales como arroz, marcos legales vigentes que no se aplican y sobre todo actores públicos y privados enamorados de los objetivos de la Fundación Maracaibo 500 (Funmara 500) para construir la ciudad verde que nos merecemos y queremos.

¡Contamos con vos! @funmara500.

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