«Tradición, familia y propiedad»

23 de febrero, 2014 - 3:24 pm
Redacción Diario Qué Pasa

TFP no es de este mundo, es de un  intelectual, y muy influyente católico brasilero llamado Plinio Corrêa de Oliveira. Sueño delirante de un católico ultraconservador que desconoce el triunfo de la libertad y la igualdad burguesa dada en la Francia de finales del siglo XVIII. Para Corrêa de Oliveira,  el catolicismo medieval es dueño absoluto de la libertad privada, y de la desigualdad que privilegia la heráldica de los nobles de iglesia, y de familia.

El fundador de TFP en nuestro continente tiene en su obra principal, revolución y contra-revolución, el escenario de sus luchas para salir de la crisis que atormenta su vida.

Corrêa de Oliveira concibe la crisis que le obsesiona, en la mengua de la fe cristiana, que comenzó a ser derrotada en la Reforma y el Renacimiento, más tarde con la Revolución Francesa, y por último, con el comunismo. Supone que estos procesos revolucionarios amenazan de muerte a la cristiandad. Desde joven asume esta convicción: «Suceda lo que me suceda, yo seré contra este mundo revolucionario. Este mundo y yo somos enemigos irreconciliables. Yo estaré a favor de la pureza, de la Iglesia, de la jerarquía; yo defenderé la compostura, la dignidad, el decoro… Incluso si debiera quedar como el último de los hombres, aplastado, triturado, destruido, ¡estos valores se identifican con mi vida!».

Corrêa de Oliveira es un contra de toda aquello que se oponga al orden católico, que establece, según él, la autoridad suprema de la Iglesia. Es un contra del  paganismo, del humanismo, bajo todas sus formas, de la revolución burguesa, de la revolución socialista y su fase superior el comunismo. Todas estas obsesiones son la base de sus ideas contrarrevolucionarias, con la cuales funda TFP.

Leopoldo López, Henrique Capriles y Peña Exclusa son unos genuinos representantes de los  postulados de Corrêa de Oliveira, ellos lo consideran una deidad, y veneran a su madre como la madre de un santo supremo que sostiene el orden de la contrarrevolución. Al respecto el maestro fundador de la secta TFP expresa: «Si la Revolución es el desorden, la Contrarevolución es la restauración del orden. Y por orden entendemos la paz de Cristo en el Reino de Cristo. O sea la civilización cristiana, austera y jerárquica, fundamentalmente sacral, antiigualitaria y antiliberal». (Corrêa de Oliveira, 1959)

Ese orden concebido por Corrêa de Oliveira, tiene una esencia de contralibertad social; su libertad privativa, de la fe, es de tradición familia y propiedad. Leopoldo López, discípulo aventajado de TFP, no cree en el Poder Popular porque es un contrarrevolucionario del fascismo católico, por tanto su discurso está lleno de falsedades peligrosísimas.

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