ISIS: terror y violencia inauditas

13 de diciembre, 2015 - 7:00 pm
Redacción Diario Qué Pasa

Los atentados terroristas ocurridos en París el pasado día viernes 13-N, vienen a ser el equivalente al 11-S de Nueva York, cuando fueron derribadas las Torres Gemelas. De hecho, y parafraseando al papa Francisco, se trata de otro acto más de la Tercera Guerra Mundial, que en efecto, ya comenzó.

Para poder comprender a la figura de ISIS o Estado Islámico, es necesario pasearse por cuatro componentes de esa impía organización terrorista. 1) Componente histórico; 2) Componente religioso; 3) Componente político y 4) Componente cultural e ideológico. Por razones de que el Islam como religión hasta el día de hoy aún no ha logrado o querido separar la religión del Estado, siendo ambas figuras la misma cosa, estos 4 componentes se permean entre sí.

Componente histórico:  Cuando finalizó la Primera Guerra Mundial, la alianza vencedora se repartió los territorios del imperio austro-húngaro y los que detentaba el imperio otomano o turco, colonia dominante, entre ellos, Siria,  Jordania, Líbano, Irak, Arabia Saudita y sus vecinos.

Los vencedores decidieron castigar a los musulmanes, clausurando el Califato Otomano que estuvo en Constantinopla, hoy Estambul. Esto se convirtió desde aquel entonces, en una dolorosa espinita clavada en el corazón de los musulmanes en todo el mundo. Las facciones fundamentalistas y radicales de un buen sector de la religión que legara Mahoma, desde aquel entonces venían añorando la restauración de su califato, tarea esa que se propuso hacer ISIS, mediante actos de violencia inaudita y terror extremo, sobre una parte importante de los territorios ubicados entre Irak y Siria.

Componente religioso: El islam como religión está conformado por sectores, ramas y grupos de gran diversidad, siendo los más importantes según el número de fieles comprometidos, los sunnitas y los chiitas: El sector fundamentalista Sunnita ha sido el más extremista y violento, de todos, y los atentados cometidos hablan del grado de crueldad y de odio desmesurado que sienten contra el mundo occidental. ISIS viene a ser ahora, tras el levantamiento de la oposición en Siria que lucha contra la dictadura de Bashar Al-Asad, los nuevos competidores de Al Qaeda.

Los radicales extremistas del Islam como religión, tanto sunnitas como chiitas, buscan sencillamente la destrucción de la cultura del mundo occidental, a la que consideran como obra del Gran Satán (Ayatollah Khomeini dixit), que pretende, gracias al libertinaje de la atrevida moda, la liberación femenina y de la relativización moral y religiosa, penetrar en la juventud musulmana para prevertirla, alejándola de la tradición corámica.

Los fundamentalistas enfrentan y atacan igualmente, a los gobernantes musulmanes liberales de varios países, a los que acusan de ser los responsables de tanta relativización moral, al permitir la penetración impúdica de las costumbres occidentales y de la modernidad.

Componente político: A los musulmanes de Arabia Saudita les conviene que Bashar Al Asad salga del poder para que en Siria tomen los sunnitas el mando. Bashar es Alauita, una rama del Islam chiita, y por ello los reyes de Arabia (capital mundial de la rama sunnie), aún no se deciden a combatir enérgicamente al estado de terror ISIS, mal llamado musulmán, puesto que de musulmán no tiene nada. Utilizan el nombre de Dios y el contenido del Corán para sus propósitos criminales e irracionales, cuando ni el Corán ni Mahoma el profeta, en ningún momento sugirieron la violencia al yihadismo (Yihad o Guerra Santa con fines políticos y de terror).

Por otra parte, los musulmanes chitas del Irán de los Ayatollahs (capital mundial del chiismo o rama chiita), defienden al régimen sirio, de las pretensiones de los radicales sunnitas de ISIS. Como se ve, se trata de algo extremadamente complejo y antagónico. Rusia defiende a Bashar porque Siria es el único país del Medio Oriente que le ha abierto las puertas a la ex Unión Soviética. De hecho, en Latakia (puerto marítimo sirio), se halla la base naval rusa más importante del Mediterráneo. Pero resulta que ahora, a raíz del derribamiento de un avión de pasajeros ruso sobre el Sinaí por parte de los terroristas de ISIS, la ecuación puede alterarse, haciendo que Putin cambie de opinión y decida unirse a la colación de potencias mundiales en formación para invadir a Siria con el fin de exterminar al grupo ISIS.

Componente cultural e ideológico: Los radicales –tanto sunnitas como chiitas–, desean vengarse del mundo occidental por dos razones: La humillación que a lo largo de los siglos ellos han sufrido por la colonización de las grandes potencias, la destrucción del Califato Otomano a finales de la Primera Guerra Mundial y el apoyo desmedido e injusto al Estado de Israel, usurpador de Palestina y causante de la «Naqbah» (catástrofe que sufrió el pueblo palestino expulsado de sus tierras milenarias y ahora refugiados por todo el cinturón de la llamada Media Luna fértil o Medio Oriente; y la penetración de las costumbres y tradiciones occidentales que relativizan hasta la casi relajación total, a la tradición ultraconservadora del Islam.

Por lo pronto, aún no ha sido escrita la última página de esta triste y complicada historia, por lo que deberá ser necesario crear una nueva cruzada militar integrada solo por los ejércitos de tierra árabes (sunnitas) e iraníes (chiitas), con apoyo aéreo y de inteligencia de las grandes potencias mundiales para poder de alguna manera, derrotar definitivamente a los terroristas de ISIS y Al Qaeda, la mayor amenaza de la paz mundial.

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