La soberanísima decisión política del Estado venezolano, respecto de la inaceptable situación fronteriza entre Venezuela y Colombia, ha rendido resultados contundentes, notorios, públicos e incontrastables a favor de los connacionales. Dicha medida se erigió en la acción gubernamental insignia, contra la guerra económica; esta, capitaliza la reducción drástica del contrabando de extracción de combustible y productos alimenticios subsidiados, que las mafias paramilitares colombianas arrebataban a los venezolanos. Aunque la desnacionalizada dirigencia opositora, lo desvirtué.
No obstante, el cierre de fronteras al menos en el estado Zulia, tiene que complementarse rigurosamente con otras medidas o acciones, dirigidas a combatir y reducir lo que conocemos como el «bachaqueo» interno. Este flagelo, tiene su expresión más patética en la movilización mafiosa de hombres y mujeres del pueblo humilde, para el secuestro de los automercados —red pública y privada— abastos y farmacias mediante concurridas, inducidas, angustiantes e interminables colas para adquirir, compulsivamente, los productos a precios subsidiados y revenderlos en mercados periféricos, puestos buhoneriles, «mesitas» y otras fachadas informales a precios especulativos, al mismo pueblo al que pertenecen.
El sobrevenido fenómeno de las colas, que tanto perturba la tranquilidad de la ciudadanía cívica, es poco impactado por la medida presidencial, por ello resulta inaplazable abordarlo y reducirlo, como complementariedad de la medida insignia. El Poder Popular es determinante, existen ya buenas experiencias.
En tal sentido el presidente Maduro, suscribió el 24 de octubre de 2014 el decreto presidencial Nº 1.348, publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, número 4.526. Cuyo artículo 1 a la letra dice: Se prohíbe la venta o cualquier otro medio de intercambio, a través del comercio informal, ambulante o eventual, de los rubros o productos de la cesta básica, insumos, medicinas y demás bienes importados o producidos en el país para el consumo del pueblo venezolano…
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