Se analizó a 10.694 adultos estadounidenses, que se sometieron a un escaneo corporal completo a través de absorciometría dual de rayos X
Recientemente un equipo de científicos en China, estudió en detalle la obesidad y la depresión, descubriendo así una relación entre el porcentaje y la distribución de la grasa corporal en diferentes partes del cuerpo con manifestaciones más frecuentes de los síntomas de ese trastorno mental. Sus hallazgos fueron publicados en la revista Journal of Affective Disorders.
El equipo analizó a 10.694 adultos estadounidenses, que se sometieron a un escaneo corporal completo a través de absorciometría dual de rayos X, una tecnología que mide con precisión el contenido de grasa, músculo y hueso.
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Asimismo, se usó el Cuestionario de Salud del Paciente-9 (PHQ-9), una herramienta para detectar y evaluar la gravedad de los síntomas depresivos, también se tomo en cuenta el estilo de vida, hábitos, situación socioeconómica y otras afecciones médicas de los participantes.
El estudio reveló una conexión «significativa» entre una mayor prevalencia de depresión y un mayor porcentaje de grasa corporal, principalmente en la cabeza, piernas y región ginoide (cadera, muslos y glúteos).
“Esta asociación es especialmente pronunciada en hombres y en personas con bajo peso o sobrepeso, lo que sugiere que la distribución de la grasa corporal desempeña un papel más crucial en la salud mental de lo que se creía anteriormente”, declararon los autores.
La evidencia arrojada sugiere que la distribución de grasa corporal, más que el peso, puede ser un determinante crítico de la depresión, según los científicos, la obesidad y la depresión coexisten con frecuencia y “comparten mecanismos fisiopatológicos y son interdependientes”.
De este modo, el exceso de tejido adiposo puede producir moléculas inflamatorias que afectan a la función cerebral.
“Los desequilibrios hormonales, como la alteración de los niveles de leptina, también pueden afectar la regulación del estado de ánimo”, subraya el estudio.
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