El personaje de Romeo se involucró en un romance lleno de pasión que envolvió a dos adolescentes y que tuvo un final trágico
Foto: Agencias
Sabemos de la existencia de una condición conocida como el Síndrome de Romeo y Julieta, que no es otra cosa que el amor de pareja llevado a los extremos, sin importar las consecuencias, como en la novela de William Shakespeare.
El personaje de Romeo se involucró en un romance lleno de pasión que envolvió a dos adolescentes y que tuvo un final trágico. El carácter que tenía este joven de la familia Montesco, lo llevó a quitarse la vida ante la imposibilidad de concretar su amor con Julieta.
En la mente de este hombre no había nada más que ese éxtasis y la mezcla de hormonas que causa el estar cerca de esa persona especial, pero en su conducta había algo que podría parecer más riesgoso que morir de amor: vivir anclado al enamoramiento. Esto de «enamorarse del amor» es mejor conocido como el trastorno de Romeo.
¿Qué significa esto? Estas personas se obsesionan tanto por encontrar una pareja ideal, que desarrollan la necesidad de estar con alguien lo que los lleva a desconectarse de la realidad. Aunque parezca de risa, estas personas ya tienen planeada la boda y el nombre de sus hijos antes de saber de quién está enamorado y luego de encontrarla consideran que con ella lo será todo, sin ella nada.
Ese del sin ti no soy nada, no puedo vivir sin ti, no me dejes porque me muero o me mato. Al principio esa entrega es recibida con alegría, como una muestra de amor. Pero esa dependencia por parte de una de las partes suele acabar siempre igual: en control, en abuso. «Lo hago porque te quiero». Y ese tipo de actuaciones no tiene edad.
Este síndrome puede llevar a cometer abusos, a veces producto de los celos, inseguridad e instinto de posesión. En algunos casos similares al de Romeo, llegan a quitarse la vida o acabar con la de la pareja, porque la persona que consideran como su mundo rompió con la relación, le fue infiel o simplemente huyó de él.
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