El padre de una de ellas está grave

Sicarios acribillan a tía y sobrina en la COL

acribillada
10 de febrero, 2017 - 11:34 am
Wilson Alvarado / [email protected]

Una vez dentro del hogar dispararon sin titubeo alguno contra una fémina de quien se conoció se llamaba Zoraida, una sobrina política de ésta identificada como María Michell Perozo (21), y el padre de la joven, Jorge Perozo (50)

Foto: Wilson Alvarado

Santa Rita — La criminalidad los sorprendió. Sicarios silentes ingresaron, ayer en la tarde, a una vivienda del sector Palmarejo, municipio Santa Rita, de la Costa Orienta del Lago (COL). Allí, varios sujetos armados descendieron de un carro y se acercaron hasta la sala de la humilde vivienda, donde se encontraban sus objetivos para fulminarlos.

Una vez dentro del hogar dispararon sin titubeo alguno contra una fémina de quien se conoció se llamaba Zoraida, una sobrina política de ésta identificada como María Michell Perozo (21), y el padre de la joven, Jorge Perozo (50).

Al trío la muerte los sorprendió. En el sitio cayó el cuerpo ensangrentado y sin vida de Zoraida, quien recibió un disparo en la cabeza y otro en el pecho. María fue atacada en varias oportunidades; cinco disparos atravesaron su humanidad: Tres en la cabeza, uno en la espalda y uno en el brazo derecho donde lucía varios tatuajes. Jorge corrió para resguardarse, pero fue alcanzado por dos proyectiles en la cabeza. María quedó agonizando en el lugar al igual que su padre.

Ambos fueron trasladados al Hospital General del Sur (HGS), donde María falleció a las 6:00 de la tarde, treinta minutos después de su ingreso, mientras que su padre, hasta el cierre de esta edición se debatía entre la vida y la muerte en el quirófano del centro médico, donde los galenos luchaban por salvarle la vida.

Parientes de la joven estaban desesperados por las pérdidas: «Dios mío llévame a mí, por qué nos hiciste esto», repetían sin cesar los deudos de María en la morgue del hospital.

Detectives de la policía científica trasladaron los cuerpos a la morgue de LUZ. Los funcionarios manejan como móvil la venganza, sin descartar otras vías en el crimen.

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