De tres a cuatro reos mueren semanalmente por esta grave enfermedad. Autoridades hacen caso omiso al problema de salud
Foto: Referencial
En horas de la tarde de ayer, se produjo el fallecimiento de dos reos dentro de los calabozos del Centro de Arrestos y Detenciones Preventivas de Cabimas , ubicado en la parroquia Ambrosio, municipio Cabimas, en la Costa Oriental del Lago (COL).
La primera víctima fue encontrada cerca de las 3:30 de la tarde. Fue identificado como Nelson Antonio Valero Rodríguez, de 41 años. Sus compañeros de celda avistaron el cuerpo inerte, tirado en un rincón del referido lugar. Despavoridos, comenzaron a llamar a las autoridades competentes para que lo trasladaran a un centro médico asistencial, sin embargo, fue imposible su traslado ya que se encontraba sin signos vitales, afirmaron fuentes policiales.
Valero estaba recluido desde el pasado 27 de noviembre del 2017 por el delito de hurto calificado.
Una hora después, fue hallado sin signos vitales otro reo dentro del mismo centro preventivo, por lo que acompañantes de celda, notificaron a los agentes policiales para que sacaran el cadáver, quedando identificado como Carlos Mora Rodríguez, de 37 años.
Rodríguez estaba recluido dentro del mencionado recinto desde el 12 de agosto del 2016, por el delito de tráfico ilícito de sustancias psicotrópicas y estupefacientes.
Distintas versiones se manejaban sobre las muertes de los dos reclusos, puesto que no presentaban heridas o hematoma alguno y, al parecer no tenían conocimiento sobre la enfermedad.
Extraoficialmente se pudo conocer, que los caídos presentaban tuberculosis aguda.
Grave situación
Según fuentes policiales que laboran dentro del recinto y que piden reservar sus identidades, el centro de arrestos esta «cundido» de esta peligrosa enfermedad, ya que, cada semana se registran de tres a cuatros reos muertos.
Cabe destacar, que aquellas personas que se encuentran infectadas, deben de permanecer aisladas. Un estornudo puede contagiar a millones de ciudadanos, según indican especialistas en la enfermedad.
Hasta la fecha, los organismos competentes están al margen de la situación, ya que prefieren hacerse «de la vista gorda» para no tomar las medidas pertinentes sobre el caso.
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