Dos sujetos a bordo de una moto cometieron el crimen. CICPC maneja como móvil el ajuste de cuentas
Foto: Referencial
Maracaibo — Las balas volvieron a resonar en el famoso callejón Capitán Chico del sector Santa Rosa de Agua. Esta vez la criminalidad incrustada en dos sujetos que se desplazaban a bordo de una motocicleta le puso fin a la vida de Guillermo Enrique Molero Ocando, de 39 años, a quien le asestaron varios disparos.
El reloj marcaba las 5:30 de la tarde, cuando las detonaciones —ya comunes en el sector— anunciaron una nueva víctima en la zona. Los residentes, en su mayoría trabajadores de la pesca, salieron a avista que sucedía y se toparon con la atroz escena sangrienta.
Molero estaba boca abajo, sobre un charco de sangre que se escurrió con el transcurrir de los minutos. Luego que la noticia corriera como pólvora en la zona, acudieron parientes de la víctima, quienes ahogados en llanto lo trasladaron hasta el hospital Coromoto, donde los galenos de turno no pudieron reanimar el cuerpo agujerado de Molero.
El área del crimen fue acordonada por funcionarios de la policía de la región, hasta la llegada de los detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), quienes colectaron las evidencias y trasladaron el cadáver a la morgue de LUZ para la autopsia de ley.
Los investigadores de la policía científica manejan como móvil el ajuste de cuentas, aunque los dolientes negaron la versión policial en torno al crimen.
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