Los detectives a cargo del procedimiento indicaron que las muertes están relacionadas a un ajuste de cuentas que podría estar relacionado a las guerras entre bandas por la disputa del territorio pesquero
Foto: Cortesía
Miranda — La criminalidad no da tregua en la Costa Oriental del Lago (COL); esta vez en Los Puertos de Altagracia. Varios criminales silentes ingresaron al cementerio de la localidad conocido como «El Titán», donde sepultaban a Katherine Chiquinquirá Scandela Arguello (20), quien murió el pasado jueves, luego de un día de agonía en el Hospital General del Sur (HGS), donde ingresó con varios disparos en la cara.
El reloj marcaba las 11:00 de la mañana de ayer, cuando en medio del dolor de los deudos se disponían a darle cristiana sepultura a la joven, cuando una ráfaga de disparos estremeció a los presentes, quienes despavoridos corrieron de un lado a otro para resguardarse de las balas.
Los criminales se dirigieron a su objetivo, según fuentes policiales la pareja sentimental de Katherine, a quien no le dio tiempo de correr. Sobre la víctima a quien oficiales del municipio identificaron como Deivison José Carrillo Luzardo, de 20 años de edad, fueron asestados más de 10 disparos en su cuerpo. Carrillo quedó sin vida en el sitio. Su cuerpo quedó empapado de sangre, a la vista de todos los presentes, quienes se revolcaban de dolor por la doble pérdidas a manos de los criminales.
El sitio fue resguardado por funcionarios de la policía regional y la Mancomunidad Policial, hasta la llegada de los detectives de la policía científica, quienes colectaron las evidencias y trasladaron el cadáver a la morgue de la localidad. Los detectives a cargo del procedimiento indicaron que las muertes están relacionadas a un ajuste de cuentas que podría estar relacionado a las guerras entre bandas por la disputa del territorio pesquero. Como se recordará, junto a Katherine, también fue asesinado el comerciante Jorge Paz, cuando se desplazaban a bordo de un Neón, color verde, por la carretera Falcón-Zulia. CICPC investiga a profundidad el triplete sangriento que alarma a la costa zuliana.
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