Elección Presidencial: La Gran Batalla Verbal

gaston guisandes
6 de febrero, 2018 - 3:23 pm
Gastón Guisandes López / Editor

La Asamblea Nacional Constituyente ―ANC―, convocó al pueblo a elegir Presidente de la República, antes del 1 de mayo del corriente año 2018, subrogándose con tal acto la competencia que, la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política reserva, expresamente, al Consejo Nacional Electoral ―TITULO V, DE LAS ELECCIONES, Capítulo I, De la Fijación y De La Realización de las Elecciones, Art. 152―, el cual preceptúa que los comicios se fijarán con al menos seis meses de anticipación a la fecha de culminación del periodo constitucional y precisando que el acto electoral, al cual se convoca al pueblo, deberá realizarse un día domingo, de la primera quincena del mes diciembre, del año anterior a la finalización del periodo correspondiente.

El vigente periodo presidencial culmina el día 10 de enero de 2019 (Ver Art. 231 Constitucional), fecha en la cual deberá asumir, la Presidencia de la República, quien resulte ganador de las elecciones presidenciales que habrían de celebrarse este año, en la oportunidad legal antes indicada, habida cuenta que concluyen los seis (6) años del periodo constitucional del presidente Nicolás Maduro Moros.

Precisado lo anterior, pasamos a profundizar lo que a nuestro juicio determinará el resultado de tales elecciones de mantenerse el estado general de hechos y situaciones existentes en el país.

1ro.) El gobierno y el oficialismo (PSUV mas el Polo Patriótico) dominan la situación general de la nación y controlan todos los Poderes del Estado, porque si bien la oposición controla la Asamblea Nacional, el gobierno solo obedece cuanto ordena la ANC y para ello cuenta con la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, quedando como ejecutores de sus decisiones los restantes cuatro Poderes del Estado: Ejecutivo, Judicial, Moral y Electoral (Ejemplos: La Asamblea Nacional Constituyente, recibe y aprueba la Memoria y Cuentas del Presidente, convocó las elecciones de alcaldes y de los gobernadores (quienes se juramentaron ante ella) y ahora también convocó la del Presidente; aprueba la designación de embajadores, aprueba los tratados y convenios suscritos por la República con gobiernos extranjeros y todos los contratos celebrados con gobiernos o empresas extranjeras, legisla, etc., etc.,).

La Fuerza Armada Nacional Bolivariana, incluidos los civiles armados (Milicia y Colectivos), hacen causa común con el Gobierno y su círculo de partidos políticos concertados en un objetivo común: mantenerse en el mando para consolidar su objetivo político: Socialismo, dicen unos; Comunismo, afirman otros, pero todos sin dejarse ver las costuras.

Frente a esta realidad, la oposición nada opone a las acciones, legislativas y ejecutivas, impuestas por la ANC y que ejerce, plena y soberanamente, el Poder Ejecutivo y toda la poderosa maquinaria, político-partidista, que se encuadra en el PSUV y el Polo Patriótico.

La oposición anda en desbandada: Una veces, la dirigencia superior de los partidos que la integran, otras, la militancia, que se mueve dispersa y al garete y, en no pocas oportunidades, enfrentados, tanto militantes, como dirigentes y líderes y la mayor parte de las veces, dirigencia y militancia, unos contra otros.

La pléyade de partidos políticos que integran la oposición, marchan cada cual por su lado y, hoy por hoy, divididos internamente, enfrentados entre sí, dispersos, y casi todos ellos con candidatos propios a las presidenciales,  no solo dejándose ver las costuras, sino mostrándose deshilachados y con el cuero levantado.

Mientras el Presidente se define socialista,  nacionalista y venezolanista, heredero de Simón Bolívar y de Hugo Chávez, los dirigentes de la oposición se «cuadran» con gobiernos extranjeros y les piden que pisen, con las botas de sus soldados, el territorio patrio, exclamación que trae consigo el rechazo absoluto de todos cuantos, chavistas y no pocos antichavistas, se enardecen contra semejante intención, que no solo humilla, sino que envenena el alma del pueblo.

Mientras el gobierno anuncia, por todos los medios de comunicación a su alcance, que continuará con: GMVV, tierras para los campesinos, así como las pensiones, jubilaciones, bolsas y cajas CLAP, ayudas para las embarazadas, para las Madres del Barrio, para los estudiantes y para todos los etc., etc., que usted quiera agregar, los políticos opositores, secundados por empresarios y sabios en economía, que no en política, siguen hablando de inflación, dinero inorgánico, gasto desorbitado, ruina y quiebra del país y daaale, que de frente es el choque,  con lo cual ponen al pueblo a decidir entre quien no deja de dar «cuanto Dios creó» y quienes, entre tecnicismos incomprensibles para el pueblo, hablan de reducir el gasto público, arroparse hasta donde alcanza la cobija y en una palabra, ahorrar; Vale decir, ¡no más!, ¡se acabó!, ¡tenemos que guardar para pagar la deuda que nos deja el gobierno y la botija está vacía!, con lo que los mas humildes se verían abandonados, pues la oposición no termina de decir que es lo que ofrecen para el día después de Maduro.

Pronto estaremos votando: Dígase usted, ¿quién ganará? Yo lo se, ¿lo sabes tú?

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