Suenan campanas de boda para el tercero en la línea de sucesión al trono británico. Tras pocos meses de relación, el príncipe Enrique de Gales y su novia Meghan Markle, probablemente se encuentran a pocos meses de unirse en matrimonio
Foto: Agencias
El rumor ha recorrido los medios a nivel mundial, dando por sentado la supuesta confirmación por parte de Kensington, afirmando que en solo unos días se espera un comunicado oficial que informe de su enlace para el próximo año.
Sin embargo, la boda de Harry nada tendrá que ver con la que se vivió en 2011 en la Abadía de Westminster, ya que en esta ocasión tendrá que organizarse un enlace por lo civil. Y es que Meghan ya estuvo casada durante dos años con el productor de cine Trevor Engelson y su estatus de divorciada le impide volver a contraer nupcias religiosamente, según establece la ley en Reino Unido.
Por ese motivo, y al contrario de como sucedió en la ceremonia de su hermano que fue por todo lo alto, la del hijo menor de Lady Di con la actriz, se llevará a cabo de forma más discreta y sin grandes ostentaciones.
Lo que no cambiará será el regalo que la Reina Isabel II otorgue a los recién casados, un ducado. Todo apunta a que los integrantes del nuevo matrimonio se convertirán en los duques de Clarence, aunque como ocurre con Kate Middleton, Meghan también ostentará el título de princesa de Gales.
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