Utilizaron sus armas de reglamento y sus uniformes para hacer de las suyas. Su última víctima fue un efectivo de la Guardia Nacional que luego de entregar sus pertenencias a los ladrones procedió a dar parte a las autoridades
Foto: Cortesía
Portuguesa – Cinco funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y un oficial de la policía nacional, fueron puestos bajo arresto luego de que ingresaran a un local de juegos de envite y azar, ubicado en el barrio Paraguay de Acarigua, municipio Páez, identificándose como funcionarios del mencionado organismo, quienes bajo amenazas de muerte sometieron a más de 20 personas que se encontraban en el lugar, despojándolos de sus pertenencias y dinero en efectivo.
Los «choros» con chapa salieron del lugar y abordaron un vehículo marca Volkswagen, modelo Golf, color blanco, placa AB478IT, minutos después interceptaron a otra persona, que resultó ser miembro de la milicia venezolana, y con arma de fuego en mano le exigieron la entrega de lo que llevaba consigo.
Esta última víctima reportó la novedad a los organismos de seguridad e inmediatamente se desplegó una comisión mixta para dar con la ubicación del grupo comando, que poco tiempo después fue capturado.
Los sujetos fueron identificados como Detective Jhosue Ysays Torín Alcalá, Detective Bairon José Piñero Toloza, Detective Franklin Virvalnez Giménez Giménez, Detective Emerson Eloy Corobo Virguez, Detective José Guillermo Suárez Rodríguez, todos funcionarios activos del SEBIN y el funcionario José Ramón Cabello Puerta miembro activo de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Entre los objetos icautados a los asaltantes se cuentan tres pistolas marca Beretta calibre 9 mm, tres cargadores contentivos con más de cuarenta y cinco cartuchos sin percutir, entre las tres armas de fuego, una bomba lacrimógena marca Cavim, cinco chalecos de protección balística de color negro (tres con logos del SEBIN); tres gorras y tres camisas identificadas con el distintivo del SEBIN; dinero en efectivo; varios teléfonos celulares y el automotor utilizado por el sexteto para cometer sus fechorías.
El caso fue puesto a la orden del Ministerio Público.
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