Cinco factores atractivos de Aroldis Chapman

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21 de noviembre, 2016 - 5:20 pm
MLB

Después de haber ayudado a los Cachorros de Chicago a ser campeones de la Serie Mundial tras más de un siglo de seguía, Chapman sería un cerrador de lujo para cualquier organización

Foto: MLB

Incluso con otros dos cerradores de lujo disponibles en el mercado de agentes libres, es difícil encontrar una mejor opción para el noveno inning que Aroldis Chapman. Después de ayudar a los Cachorros a ganar su primera Serie Mundial desde 1908, el cubano podría conseguir un contrato récord para un relevista este invierno. Aquí le damos un vistazo a cinco estadísticas que revelan lo que podría brindarle Chapman al equipo que lo firme.

Todo un lanzallamas

El éxito de Chapman radica principalmente en su recta de tres dígitos. De hecho, su bola rápida encabezó las Grandes Ligas con un promedio de 100.8 millas por hora, según Statcast™. No solo eso, sino que debido a lo mucho que se extiende el zurdo al momento de lanzar, sus rectas les parecen más rápidas aun a los bateadores. La recta de Chapman tuvo un promedio de velocidad percibida de 101.5 mph este año. Ningún otro pitcher alcanzó las 100 mph en ese sentido. De las 996 rectas que tiró Chapman en el 2016, 661 tuvieron velocidad de 100 mph o más.

En una categoría aparte

Chapman fue autor de 49 de los 50 pitcheos más rápidos en Grandes Ligas esta temporada, incluyendo el envío más veloz que ha registrado Statcast™: 105.1 mph ante J.J. Hardy de los Orioles el 18 de julio. Hasta la fecha, el oriundo de Holguín es el único pitcher que ha superado las 105 mph con un lanzamiento.

De largo aliento

Durante la postemporada, Chapman demostró que su dominio no está limitado a presentaciones breves. El cubano entró al Juego 5 de la Serie Mundial en el séptimo inning con una ventaja de una carrera y sacó los últimos ocho outs para apuntarse así el salvado más largo como ligamayorista. Con su 42do. pitcheo de dicho partido ―una recta de 101.5 mph― ponchó al dominicano José Ramírez para ponerle fin al juego. Así, se convirtió en el segundo pitcher desde el 2000 que saca ocho outs o más para salvar un juego de postemporada. El otro fue Madison Bumgarner de los Gigantes en el Juego 7 de la Serie Mundial del 2014.

En la zona de strike

Para Chapman, quien había tenido problemas con su control en el pasado, el 2016 fue un año prometedor, ya que terminó con el mejor porcentaje de boletos de su carrera (8,1%) y ponchó a cinco rivales por cada pasaporte entregado, la segunda mejor relación K/BB de su carrera. Con el tiempo, Chapman se ha convertido cada vez más en un pitcher que lanza strikes: este año el 54,1% de sus pitcheos fueron strikes, su porcentaje más alto desde que llegó a las Mayores y la primera vez que supera los 50% en ese sentido, según FanGraphs. La fórmula le dio resultados aun cuando los rivales hicieron más contacto, básicamente porque es muy difícil pegarle con contundencia a sus lanzamientos. En todo caso, se las arregló para ponchar a 14 bateadores por cada nueve innings y los rivales le batearon .158 con solo dos jonrones (más el que permitió en el Juego 7 de la Serie Mundial).

Independiente de la defensa

Algunas de las estadísticas menos conocidas de Chapman le auguran más éxito en el futuro. En Chicago este año, Chapman contó con el respaldo de una defensa élite respaldándolo, pero a la vez encabezó a los relevistas de Grandes Ligas con 1.42 de FIP (Pitcheo Independiente de la Defensa, una estadística basada en los factores que pueden controlar, como los ponches, boletos, golpeados y jonrones). Su efectividad fue casi tan buena: 1.55, la cuarta entre los relevistas de la Gran Carpa.

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