El maltrato infantil causa alteraciones en la salud mental y física, por eso hoy 149 organizaciones mundiales se unen a la promoción de estrategias para la prevención del abuso en menores, del cual al menos seis millones de niños son víctimas, según la Unicef
Foto: Referencial
Mundo: Cada 19 de noviembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Abuso Infantil, el cual parte de la Fundación de la Cumbre Mundial de la Mujer (FCMM). En esta oportunidad, 149 organizaciones de 59 países del mundo harán eco de la existencia del problema y de lo que significa, con el objetivo de dar apoyo y promover las estrategias de prevención.
En América Latina, alrededor de seis millones de niños son víctimas de violencia y maltrato, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), y 80 mil fallecen anualmente por violencia en el hogar. La Unicef señala que «para evitar el maltrato infantil es necesario adoptar unas políticas y programas que aborden tanto los factores de riesgo como los factores de protección».
«Es obligación del Estado parte proteger a los niños de todas las formas de violencia y maltrato, que hayan hecho padres, madres o cualquier otra persona dedicada a su cuidado», según lo establecido en el artículo 19 de la Convención de los Derechos del Niño.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para septiembre de 2016
- Una cuarta parte de los adultos manifiestan haber sufrido maltratos físicos de niños.
- Una de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres declaran haber sufrido abusos sexuales en la infancia.
- El maltrato infantil causa alteraciones en la salud mental y física que perduran toda la vida, y sus consecuencias a nivel socioprofesional pueden, en última instancia, ralentizar el desarrollo económico y social de un país.
- Es posible prevenir el maltrato infantil antes de que se produzca, y para ello es necesario un enfoque multisectorial.
- Los programas preventivos eficaces prestan apoyo a los padres y les aportan conocimientos y técnicas positivas para criar a sus hijos.
- La atención continua a los niños y a las familias puede reducir el riesgo de repetición del maltrato y minimizar sus consecuencias.
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