Foto: Agencias
Las aplicaciones móviles para solicitar servicios de transporte público se encuentran en auge. Primero conocimos Tappsi, un programa que ya cuenta con más de 520.000 usuarios registrados y una plantilla de 11.500 taxistas asociados. Ya cumplieron un año y compiten con Easy Taxi, solución de similares características, que empezó a operar en noviembre del año pasado en Bogotá.
Ahora llegó Uber, una aplicación móvil que funciona en 50 ciudades de veinte países del mundo. No ofrece servicio en los carros amarillos habituales, sino en automóviles de servicio especial. Suelen ser de color blanco.
Hace un mes aterrizaron en Bogotá y ya disponen con alrededor de un centenar de conductores afiliados.
La ‘app’ se puede descargar en la App Store de Apple (para iPhone) y en Google Play (para dispositivos Android).
Para utilizar el servicio de transporte de Uber, debe registrarse con sus datos básicos e inscribir su tarjeta de crédito. No existe la opción de pagar en efectivo. “La idea es que los pasajeros no tengan que llevar dinero para pagar ninguna carrera”, explica Patrick Morselli, responsable de la expansión de Uber en Latinoamérica, en entrevista para EL TIEMPO.
“Cabe aclarar que no somos una empresa de transporte público, somos una compañía desarrolladora de software. Los conductores profesionales se inscriben en nuestro sistema y pagan un pequeño porcentaje por cada una de las carreras que completan”, añade el ejecutivo de la compañía.
La carrera mínima es de 5.000 pesos. Cada minuto se cobra a 100 pesos y cada kilómetro, a 900 pesos. En promedio, cada servicio cuesta 30 por ciento más que un taxi convencional.
Cuando Uber incursiona en un país, suele empezar por las grandes ciudades. Se espera que expanda sus operaciones a otras capitales de Colombia el próximo año.
Si descarga la aplicación, podrá solicitar un servicio de transporte especial en ciudades como Ciudad de México, Londres, Paris, Zúrich, Múnich, Berlín, Milán, Roma, Estocolmo, Dubái, Johannesburgo, Taipéi, Shanghái, Singapur, Kuala Lumpur y Melbourne, entre otras
“Con Uber se contribuye a reducir los índices de inseguridad de la ciudad. Cada conductor asociado entra a formar parte de nuestra familia tras una minuciosa investigación de sus antecedentes”, aclaró Morselli.
Uber se creó hace tres años en San Francisco, California. Su fundador es Travis Kalanick. Un año después de su aparición en mercado, decidieron expandir sus operaciones a otras ciudades, primero en Norteamérica y después, a otras regiones del orbe.
En agosto, Google Ventures invirtió 258 millones de dólares en esta firma tecnológica. Gracias al capital aportado por este gigante informático, Uber planea desarrollar campañas publicitarias en medios tradicionales. “Hasta el momento, solo nos hemos dado a conocer gracias al voz a voz”, concluye Morselli.
Uber también cuenta con socios como Lowercase, First Round Capital, Minlo, Benchmark y Goldman Sachs.
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