Foto: Agencias
La “wearable technology” está ganado fuerza en los mercados mundiales, y consumir información desde el Smartphone o las tablets ya no es novedad
Los consumidores ahora quieren consultar contenidos y comunicarse a través de prendas de vestir como relojes y lentes hasta, gorras, zapatos, chaquetas y camisas.
Precisamente la Wearable Technology podría definirse como un híbrido entre la tecnología de punta y los accesorios que han vestido a la humanidad por décadas.
Según un estudio de la International Data Corporation, el mercado de este tipo de dispositivos venderá más de 19 millones de unidades en 2014 y se espera que para 2018 esa cifra aumente a 119 millones.
Las empresas desarrolladoras han empezado a concebir gadgets que no solo son funcionales sino que cuentan con un valor estético adicional, es decir, que pueden ser catalogados como artículos de moda.
Entre los artilugios de moda encontramos dispositivos que ayudan al usuario a ser más productivos y saludables. Esto gracias a sensores que monitorean el sueño, el ritmo cardíaco, entre otros factores de la dinámica corporal.
Por ahora, estos aparatos permiten ver, de manera fácil y cómoda, datos esenciales que llegan a su celular, como son las notificaciones de redes sociales o correos. Pero en un futuro, es probable que terminen por reemplazarlo del todo.
Para Sonny Vu, fundador de la compañía Misfit Weareables, la tecnología ha pasado de ser un “conjunto de saberes subyugante, a ser un factor esencial para la emancipación de la sociedad”.
Según Vu, la de la tecnología para vestir es un acto de liberación.
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